Enzo Vogrincic

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Bueno, se que este no es el oneshot de Chori que había prometido, pero es de Enzo, así que espero que os guste de igual forma, aviso que el principio es algo sad, y por mucho que me guste escribir algunas cosas sad no me veo del todo capaz, así que esto es lo que es.

Recuerdo que hay actualización en mi fanfic de Agustín Pardella y que cuando lo termine empezaré un fanfic de otra persona del elenco, porque de este barco no se baja nadie, aunque medio fandom o más haya desaparecido yo sigo aquí.

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𝙈𝙖𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙣𝙙𝙞𝙙𝙤𝙨

Cintia se consideraba feliz, amaba los animales y era dueña de dos preciosas gatas que llenaban sus días de alegría. Amaba cocinar y recientemente había reformado la pequeña cocina de su apartamento. Amaba la vida y se sentía feliz de tener a alguien con quien compartirla, ese era Enzo, había conocido al chico cuando de casualidad actuaron juntos en una pequeña producción de teatro.

El día de Cintia empezó algo ajetreado, la alarma no había sonado y casi llegaba tarde al trabajo, con unos amigos estaban preparando una pequeña obra y ella se estaba esforzando mucho en ello, tal era el esfuerzo que muchas veces se iba del apartamento a las 7 de la mañana y llegaba a las 11 de la noche. A Enzo eso no le hacia mucha gracia, últimamente habían discutido al respecto, sentía algunos celos, miedo de que la chica pudiera remplazarle y se lo había hecho saber. A pesar de todo Cintia trataba de mantener un equilibrio entre su trabajo, relación, familia, y todo, aunque la chica tenía la sensación de que aquello no era suficiente para el chico.

Llego del trabajo relativamente temprano, y se encontró con Enzo en el sofá de casa, jugando o mirando el teléfono de forma desinteresada, las dos gatas corrían o jugaban alrededor del chico tratando de llamar su atención para recibir algo de cariño.

-Hola amor, ¿ya cenaste? -Pregunto Cintia dirigiéndose directamente a la cocina-.

-Hola-.

A la chica la extraño el seco saludo de su pareja, pero trató de restarle importancia para no discutir más con él.

-Iba a preparar la cena, ¿que te apetece? -Volvió a preguntar con ánimos de pasar un buen rato-.

-Cintia, tenemos que hablar-Sentenció Enzo-.

Todo el mundo a nivel universal sabía lo que esa frase significaba, y Cintia no iba a ser menos, sintió como un nudo en la garganta, toda la ansiedad fluyendo por su cuerpo, las manos se le helaron de golpe, y casi temblando fue al sofá donde se encontraba su pareja.

-Que paso? -Pregunto la chica algo temerosa de la respuesta de su pareja-.

-Se que has estado intentando llegar temprano porque estaba mal-Empezó a relatar Enzo- Y no me mal intérpretes, lo has hecho hoy has llegado sorprendentemente temprano-Decía Enzo tratando de explicarse-.

-Que estas tratando de decir? -Preguntó de nuevo la chica-.

Enzo miró algo confundido a la chica, pues la ansiedad de Cintia se había manifestado, temblaba y había empezado a llorar.

-Chiquita-La reacción natural del chico salió a la superficie y estrechó a Cintia entre sus brazos-Amor que pasa? -.

Cintia se apartó levemente del chico para tratar de hablarle: -Quieres dejarme, terminar con esto-Sentenció-.

-No Cintia, yo quería decirte que no había puesto de mi parte, te reclamé mil veces que cambiaras tus horarios, pero yo no hice nada para adaptarme a ellos-Explicó finalmente Enzo-.

Cintia se limpió las lagrimas como pudo y miró al chico aún más sorprendida: -Y porque me lo decís de esa forma? -Le preguntó a Enzo-.

-Me salió solo decírtelo así-Se medio excuso el chico-.

La chica solo pudo sollozar y seguir llorando, Enzo a su lado trataba de calmarla disculpándose, aunque la chica solo necesitaba descargar la ansiedad que había sentido en ese momento y durante todo el día.

Cintia estuvo un buen rato llorando en los brazos de Enzo hasta que se calmó, los brazos de Enzo la hacían sentir en un ambiente cálido y eso termino de relajarla.

-Siento mucho haber estado tanto tiempo en el teatro Enzo-Se disculpo la chica-.

-Amor tranquila, yo también lo siento, también me he comportado de forma egoísta, traté de cargarte a ti el peso de tener tiempo para ambos sin yo tratar de entenderte o sacar tiempo para vos-Admitió el chico aceptando parte de su culpa-.

Cintia solo acarició la mejilla de Enzo antes de darle un suave beso para luego hablar: -No vuelvas a darme un susto así por favor-.

-Te lo prometo-Dijo Enzo tomando las manos de la chica y besándolas- ¿Qué tal si vamos a preparar esa cena? -.

Cintia asintió y se dirigió junto al chico a la cocina, esta vez ambos con una sonrisa, primero prepararon los platos de comida de las dos gatitas mezclando comida húmeda con comida seca y algunos snacks de pescado.

-Van a terminar gorda si les sigues dando pescado-Rio Enzo-.

-Tan gordo como vos, porque el amor engorda-Dijo la chica riendo-.

Entre ambos prepararon un gran menú, una ensalada sencilla con verde, tomate entre otros, recalentaron unas empanadas que tenían en la nevera y tras finalizar la cena prepararon un rico mate.

Antes de ir a dormir Enzo y Cintia se acurrucaron, sintiendo el calor de ambos cuerpos una tranquilidad inmensa inundo a ambos, se taparon con una manta gris suave y se susurraron palabras de amor, promesas, y sueños.

Finalmente, tras un día algo desastroso ambos jóvenes cayeron rendidos a los brazos de Morfeo, y durmieron toda la noche abrazados.

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Antes de recordaros los recordatorios, aviso que los pedidos siguen abiertos, podéis dejarlos en comentarios, porque lo del correo para pedidos o cosas del fanfic me lo sigo planteando.

Ahora si, recuerdo que podéis votar, comentar y que podéis seguirme tanto aquí en Wattpad, como en Twitter ya que tenéis mi user en la bio de mi perfil. PD: En mi perfil también esta en fanfic de Agus, por si queréis echarle un ojo ;)

Gracias por todo infinidad de veces!


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