𝓞𝓝𝓔𝓢𝓗𝓞𝓣 // 𝖑𝖆 𝖘𝖔𝖈𝖎𝖊𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖎𝖊𝖛𝖊

Alfonsina Carrocio

Últimamente tengo pocas cosas que decir, simplemente comentar que por aquí somos cada vez menos, cada vez hay menos actualizaciones de historias de los chicos, y poco a poco el fandom va desapareciendo. Mi idea siempre había sido llegar a las 100 partes aquí y empezar otra historia del mismo tipo junto a los otros fanfics de la sociedad de la nieve. Aunque cada vez lo veo como algo improbable, prometo intentar llegar hasta ahí, mientras haya solo una persona que vote, o que comente, yo siempre voy a seguir escribiendo.

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Kenia tenía todo lo que una persona podría desear, un pequeño piso casi pagado decorado a la perfección, una buena carrera y un trabajo fantásticos, el compañero de piso perfecto, oportunidades, felicidad, estabilidad mental, lo tenía todo. Excepto el amor de su vida.

La chica no era fea, destacaba por sus ojos verdes, su corto pelo medio rizado y sus baby bangs que la hacían parecer una tierna muñeca de los años 20, una figura un poco ancha y unas mejillas sonrosadas que le daban un aspecto adorable. Era amable, una persona de ensueño, incluso fue citada en un periódico local como ejemplo por haber rescatado a Oliver un pequeño gato naranja que ahora era su fiel compañero de piso, aunque no pagará el alquiler.

Siendo el karma perfectamente eterno, a Kenia le había surgido la oportunidad de trabajar en una de las mayores producciones cinemáticas del siglo, un contrato a jornada completa como maquilladora en "la sociedad de la nieve", sin pensarlo dos veces acepto, mejorando su currículum y su perspectiva del campo en el que había basado su carrera.

Al llegar al set Kenia formo una rápida amistad con todo el mundo, especialmente con aquellos que no tenían mucho tiempo en pantalla, o extras, a Kenia le encantaba hablar con estos de aspiraciones y sueños, por algún motivo que desconocía la chica de cabello corto adoraba ver la cara iluminada de estos cuando hablaban de futuras audiciones, o proyectos. Formo una amistad con Emanuel Praga, Ema era divertido con una larga experiencia en todo tipo de trabajo incluso fuera de la interpretación, luego estaba Louta, Jaime, aunque Kenia lo llamaba por su nombre artístico, y Giselle le había tomado un cariño increíble como a la mayoría que trataba como hijos o nietos.

Finalmente, en la larga lista de contactos dentro del set se encontraba Alfonsina, Kenia no sabía cómo se sentía respecto a la actriz, la adoraba y ambas disfrutaban de las pequeñas charlas que compartían. Sin embargo, a ojos de Kenia, Alfonsina era mucho más que solo una actriz, Kenia veía a la chica como algo etéreo, como una tarde de primavera en un campo de girasoles, disfrutaba su belleza que le recordaban a todas aquellas hadas hermosas de piel pálida y ojos claros similares al agua cristalina. En resumen, Kenia creía que Sina era hermosa, una chica sincera, sencilla y preciosa, aunque no se atrevía a decirlo, ni siquiera a admitirlo en voz alta.

Kenia rápidamente se dio cuenta que sentía algo por Alfonsina mucho más allá de lo físico y material, era como si le intrigara saber que más embargaba el alma de la actriz.

-Hola linda, ¿Cómo estás el día de hoy? -Pregunto Giselle entrando al set de maquillaje con su característica sonrisa y galletas para todo el mundo-.

-Muy bien, ¿y tú? -Pregunto de vuelta Kenia-.

-He estado bien preciosa, ayer hable mucho con mis hijos, están muy emocionados por esta película y yo también. ¿Viste hoy a mi hijo de película? -Pregunto Giselle preocupada por los chicos-.

-Si, vino más temprano para probar las prótesis del accidente-Contesto con calma la maquilladora-.

-Bien, pobre trabaja mucho-Se lamento la mujer- ¿Y mi hija? -

Kenia rio un poco por lo bajo: -Sina aún no ha llegado le toca grabar un poco más tarde, hoy toca una escena familiar con estilo algo costumbrista de aquella época-.

Giselle asintió y dejo que Kenia se pusiera manos a la obra con su trabajo, primero con las bases de maquillaje, perfilador de ojos, pintalabios, todo lo necesario para meterla en su personaje.

-Ay que lindo el maquillaje de hoy, me encanto este labial-Elogió la actriz-.

-Me alegro que te guste-Contestó Kenia-.

La mujer salió de la sala dejando a Kenia recogiendo un poco, a los pocos minutos una figura más delgada y fina entro a la sala, la maquilladora reconoció casi al instante a Sina, la chica lucia algo cansada pero aun así parecía tener fuerzas para sonreír.

-Buenos días-Dijo la actriz nada más llegar-.

-Buenos días Sina, ¿Cómo has dormido? -Pregunto Kenia tratando de entablar una conversación ligera-.

Alfonsina se revolvió algo incómoda en la silla de maquillaje: -No muy bien-.

- ¿Quieres hablar de ello? -Pregunto de forma amable la maquilladora-.

-Solo me están ofreciendo un proyecto para cuando termine en esta película, y no sé qué hacer, siento que no cuadra conmigo, pero adoraría hacerlo-Confesó la actriz-.

Kenia asintió mientras preparaba las paletas de maquillaje: - ¿Puedo saber de qué proyecto se trata? -.

-Es de poesía-.

-No veo del todo cual es el problema, los artistas no siempre se limitan solo a una variante del arte. Cuando un alma es creativa lo último que debes hacer es limitarla-Contestó Kenia-.

- ¿Entonces a parte de maquilladora eres filosofa? -Pregunto con una tímida sonrisa Alfonsina-.

-No, solo trato de ayudar y creo que eres una persona fuerte y capaz de llevar a cabo lo que se proponga, sea poesía o sea pintura-Explico la maquilladora-.

Alfonsina asintió: -Creo que tienes razón, aceptaré el proyecto. A pesar de que hay algo más que me frena-.

Kenia miro por un momento a la actriz sin decir nada, comunicándose con la mirada esperando a que ella siguiera hablando, Sina con un suspiro siguió con su relato.

-Uno de los directores es alguien a quien ya conozco, se llama Antonio, nos conocimos estudiando y durante todos estos años hemos tenido algo sin ser nada, y cada vez que le veo caigo rendida a sus pies-Finalizó la actriz-.

Kenia asintió con un nudo en la garganta: - ¿A ti este chico te gusta? -.

-Más que gustar es atracción, ya sabes de lo que hablo, aunque no quisiera mis ojos vana él-Explico Alfonsina-.

-Lo único que puedo decirte, es que dejes fluir lo que sientes, que no fuerces nada y que solo hagas lo que tú quieras-.

-Gracias por todo, son todo muy buenos consejos-Agradeció la actriz-.

-No es nada-Contestó la maquilladora-.

Tras varios minutos Kenia finalizo el sencillo maquillaje de Alfonsina, con todos los maquillajes terminados todos los trabajadores se reunieron en el lugar de grabación. Cerca de unos focos apagados Kenia miraba la actuación de Sina, con las palabras de la actriz grabadas en la menta, sabiendo siempre que solo podría admirarla desde lejos. Que Alfonsina jamás la vería como ese campo de girasoles, ni esa agua cristalina, que para la chica solo sería una simple maquilladora.

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Espero que os guste, recuerdo que los pedidos siguen abiertos a pesar de que tengo un par atrasados. Aprovecho para decir que votar siempre ayuda, que leo todos los comentarios, que tenéis mis redes en la biografía y también os dejo mi correo por aquí por si necesitáis algo.

Correo: noawttpd@gmail.com