𝓞𝓝𝓔𝓢𝓗𝓞𝓣 // 𝖑𝖆 𝖘𝖔𝖈𝖎𝖊𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖎𝖊𝖛𝖊

Juani Caruso

Bien, se que últimamente no tengo mucho tiempo, pero espero que os guste este pequeño oneshot, tiene el final un poco abierto porque tal vez hago segunda parte.
Siento tardar en publicar cosas, acabo de empezar otra vez la universidad y esta siendo todo un poco curioso. Recuerdo que los pedidos siguen abiertos.

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𝐶𝑎𝑟𝑟𝑒𝑡𝑒𝑟𝑎

Juani jamás se había considerado un gran amante del motor, hacía poco que había conseguido su permiso para manejar, sin embargo el ojiazul se encontraba sin ánimos para tocar el volante. Este hecho resultaba algo peculiar para los que convivían con el actor.

-Les juro que cuando sepa manejar y tenga auto no me verán más!-Solía gritar el chico de rulos-.

Pero ahora se encontraba rodeado de pequeñas excusas que lo frenaban, tras la pantalla se ocupaba con directos, y en el estudio se dejaba llevar dejando pasar las horas.

-¿Cuando te irás de viaje manejando?-Preguntaba Nahui-.

Juani solo observo a su buen amigo para luego sonreír:-Algún día, pero tengo música que producir y directos que hacer-.

Nahui solo pudo observar con el ceño algo fruncido la sonrisa del actor, la misma sonrisa que parecía darle al chico total impunidad ante cualquier situación.

-Deberías empezar a planificar algo-Insistió el compañero de piso-.
-No empieces, ¿ta?-Contestó Juani algo frustrado-.
-¿Y porque no?-Reprochó Nahui-.
-Porque no-.
Nahui entrecerró los ojos mirando al otro chico con algo de enfado:-Eso es solo una excusa y es de cobarde-.
-¿Yo cobarde?-Pregunto sarcásticamente Juani auto señalandose-.
-Si vos-.
Juani negó:-Ahora mismo voy a hacer la maleta-.

Mientras veía a Juani irse a su habitación Nahui sonreía con algo de complicidad, sabía que si molestaba al chico con el tema finalmente accedería a aventurarse solo con el auto.

Juani entró a la habitación tras dar un ligero golpe de puerta tras sí mismo, observó tras unos segundos el piso mal colocado y suspiró abriendo la puerta del armario. Sacó la bolsa del gimnasio y la vacío encima de la cama deshecha. Mientras doblaba las remeras con un poco de enfado se preguntaba si realmente era necesario realizar el viaje.
Al finalizar la pequeña bolsa, Juani sintió como su enfado dejaba de existir y se iba suplantado por un pequeño nerviosismo.

Con la bolsa en mano Juani fue a donde se encontraba Nahui, quien miraba algo desinteresado la pantalla de su teléfono.

-¿Y?-Pregunto Nahui cuando se dio cuenta de la presencia del ojiazul-.
-Estoy yendo-Respondió Juani sin soltar la bolsa-.
-Bien, cuidate mucho amigo-Contestó el chico-.
Juani asintió levemente:-Vos también-.

Tras el pequeño intercambio de palabras, Juani se aseguró de tener toda la documentación además de las llaves del auto. A los minutos el actor ya se encontraba conduciendo, lleno por carreteras secundarias hacia las montañas permitiéndose disfrutar de su pequeña aventura.
A la hora aproximadamente se encontraba conduciendo por un paisaje hermoso, a través de las montañas observaba las nubes bailar por el cielo creando sombras por los valles verdes, el chico de ojos azules paró a un lado de la carretera, asegurándose de no molestar a los otros conductores. Simplemente paró a observar el bonito paisaje, dejando fluir la tranquilidad en él, de golpe no importaban los directos, ni la música, solo importaba la naturaleza enfrente a sus ojos.

Una vez observado el paisaje Jauni volvió a emprender el viaje, condujo esta vez por carreteras rectas por las cuales como mucho veía a algún animal pastando como vacas, cabras, etc. Finalmente el ojiazul vislumbro a la primera persona desde que dejó atrás a la civilización. Se trataba de una chica de figura baja, con el pelo oscuro, y una gran mochila colgada a sus espaldas. La joven hacía indicaciones con su mano, tratando de que algún coche parara y la llevará a algún lugar. Tras dudar unos rápidos 5 segundos, Juani decidió parar y permitirle a la joven subir al coche.