- Violeta, mi amor. Yo también te he echado de menos - dijo acercándose a la joven. Intentó agarrar sus manos, pero Violeta se echó para atrás enfadada -. Bueno, si lo sé no vengo...
- ¡¿Que qué coño estás haciendo aquí, joder?! - volvió a preguntar.
- Pues he venido a verte. ¿No es obvio?
- ¿A mí? ¿Tú? - rio sarcásticamente -. No me jodas, Julia. Llevas más de un mes sin hablarme. Me llamaste puta zorra, me dijiste que no volviera y luego me ignoraste todos los mensajes y todas las llamadas. Ah, sí, y para colmo... ¡ME BLOQUEASTE! - gritó furiosa.
- Bueno, mi amor... Un error lo tiene cualquiera, ¿no? - se acercó más a ella con cara de niña buena -. Te he echado de menos, Violeta.
- Esto es una broma, vamos. Una fucking broma.
- Claro que no, mi amor. Fue una discusión tonta, pero ya estamos juntas otra vez.
- ¡¿Una discusión tonta?! - dijo con rabia -. ¡Te lloré todas las noches durante días, Julia! ¡Me sacaste arrastras de la fiesta, me llamaste puta zorra y desapareciste! ¿A eso llamas tú una discusión tonta? - resopló.
- Bueno... Se me fue un poco de las manos... Pero... Tú tampoco pusiste de tu parte, mi amor.
- Que no me llames mi amor, Julia. Que yo no soy tu amor.
- Venga, cálmate un poco. Vamos a hablar las cosas tranquilamente.
- Yo no tengo nada de qué hablar contigo, Julia - la miró a los ojos fijamente -. ¡Nada! ¡¿Te queda claro?! Tú y yo - dijo señalándolas y con cara de asco -, lo que creas que somos, se acabó. ¿Me oyes? Se acabó en el momento en que decidiste bloquearme así que lárgate.
- No me voy a ir a ninguna parte, mi amor. Cuando estés un poco más calmada, hablamos - dijo sentándose en el sofá como si nada.
- ¡Que te he dicho que te largues, Julia! ¡¿Qué parte no entiendes?! - gritó señalando el pasillo.
- ¡Y yo te he dicho que no me voy a ir a ninguna parte! - dijo levantándose del sofá y caminando bruscamente hasta Violeta.
- Pues entonces me voy yo - sentenció la pelirroja.
- Tú no te vas a ningún lado - la agarró del brazo con rabia, clavándole y hundiendo fuerte los dedos en su piel.
- Suéltame - le pidió calmada Violeta.
- No hasta que hablemos.
- He dicho que me sueltes, Julia. Suéltame - la rubia la agarró aún con más fuerza. Sus dedos se marcaban en la piel de Violeta, a la que realmente empezaba a dolerle -. ¡Que me sueltes, joder! ¡Me estás haciendo daño!
- Tú también me haces daño a mí - se señaló el pecho - aquí - dijo dando un par de golpes en el centro.
- A ti no puedo hacerte daño ahí - la miró con desprecio - porque no tienes corazón.
- Repite eso - dijo con rabia tirando de ella para acercarla a su cuerpo y agarrándola del otro brazo con la misma fuerza.
- Ya me has oído - dijo con un hilo de voz. Su cuerpo temblaba de miedo y tenía unas ganas inmensas de ponerse a llorar. Nunca había visto a Julia tan consumida por la rabia y sus ojos estaban en cólera. Tragó saliva y notó cómo se hacía pequeña entre sus brazos.
- Dímelo a la cara si te atreves - Violeta intentó zafarse de ese amarre, en vano -. ¡¿Qué?! Ya no eres tan valiente, eh, Violetita.
- Suéltame, Júlia. Me haces daño - dijo a punto de romperse. La rubia la agarró con más fuerza.
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ENTRE ACORDES Y RECUERDOS | KIVI AU
FanfictionLa imagen de aquella cantante de Barcelona quedó fuertemente grabada en el recuerdo de Violeta. Unos meses más tarde, descubrirá que es su nueva compañera de residencia, con la que debe compartir servicio. Chiara, la otra joven, tampoco ha podido ol...