Chiara enrojeció a tal punto que podría camuflarse con la sudadera de la pelirroja. Se tapó la cara con las manos muerta de vergüenza mientras Violeta iba sacando uno a uno todos sus juguetes e inspeccionándolos mientras reía descaradamente y bromeaba sobre la pelinegra utilizándolos.
- ¡Basta, Vio! - le pidió avergonzada. No es que se avergonzase de tenerlos o de haberlos usado anteriormente, sino de que Violeta los hubiese descubierto así. La pelirroja hizo caso omiso y siguió divirtiéndose a su costa.
- Ah, bueno. Un pintalabios... Se te debe haber colado - dijo abriendo la tapa del labial.
- ¡Vio, para! - le advirtió la pelinegra cuando esta empezó a aproximarlo a sus labios con la intención de probarlo -. ¡Eso no es un pintalabios, Violeta! ¡Para!
- ¡Aaaah! - gritó alarmada tirándolo al suelo con cara de asco. La pelinegra rio al ver su reacción -. ¡Joder, Kiki! ¡Casi me lo pongo en la boca, tía! ¡Qué asco!
- Eso te pasa por tocar las cosas de los demás - le reprochó. Violeta la miró amenazante y esta vez Chiara rio divertida.
- A saber dónde coño ha estado eso... - dijo asqueada al recordar que casi roza sus labios. La pelinegra rompió a reír.
- Nunca mejor dicho, Vio... Nunca mejor dicho - rio más fuerte y la pelirroja la asesinó con la mirada -. Oye, que están limpios, eh... Que no soy una guarra tampoco - dijo acercándose a donde estaba la otra joven.
- No sé yo, eh... - bromeó mirando todos aquellos juguetes. La pelinegra se agachó para quedar a su altura y recogió el labial del suelo. Presionó un pequeño botón que tenía en el extremo inferior y el objeto comenzó a vibrar. La pelirroja se asustó al notar la vibración en su mano.
- ¿Ves? No funciona de pintalabios - susurró la pequeña pasando la punta por su piel. Violeta observó que no dejaba rastro y Chiara sonrió divertida -. ¿Tú no tienes ninguno de estos? - dijo señalando el cajón con la cabeza.
- ¿Yo? - dijo tímida -. No... Si no sé ni para qué sirve la mitad de las cosas que hay aquí... - agachó la cabeza avergonzada. La pelinegra tomó su barbilla y elevó su cara para que la mirase.
- Tampoco tienes nada de qué avergonzarte, Vio - dijo con un tono de voz extremadamente dulce -. Pero no vuelvas a reírte de mí - la amenazó.
- Perdón, perdón - se disculpó sincera.
- ¿Quieres que te explique? - preguntó cogiendo un objeto fucsia con una forma casi romboidal.
- Eh... Yo... - balbuceó la pelirroja. De algún modo, la experteza de su compañera la fascinaba y aterraba a partes iguales. Ella tan solo había estado con Julia y Chiara parecía haber tenido tantas relaciones con tantas chicas distintas... Tanta experiencia... Que a veces creía no poder llegar a estar a su altura y eso la aterraba. Ese ápice de miedo y vergüenza se vio claramente reflejado en su rostro.
- Vamos, Vio. Es normal... solo has estado con una persona sexualmente hablando. Te queda mucho por descubrir...
- Dos - la corrigió ella.
- ¿Dos? - preguntó confusa -. Me dijiste una...
- Una... Y tú - añadió sonriendo tímidamente.
- ¡Pero serás tonta! - ambas rieron. Violeta dudó si aceptar su invitación. Quería. Y tanto que quería. Quería conocer en detalle para qué servían y dónde había que colocar cada uno de esos objetos de colores que guardaba en el cajón la pelinegra, pero... la vergüenza y el miedo. Otra vez -. Está bien no haber experimentado ciertas cosas, ¿sabes? Mírame a mí, tengo un cajón lleno de juguetes, pero hasta hace nada nadie me había tocado... También me quedan muchas cosas por descubrir... y, ¿sabes qué? Me encantaría hacerlo a tu lado - las palabras de la joven la tranquilizaron. A fin de cuentas, tampoco era para tanto, ¿no?
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ENTRE ACORDES Y RECUERDOS | KIVI AU
FanfictionLa imagen de aquella cantante de Barcelona quedó fuertemente grabada en el recuerdo de Violeta. Unos meses más tarde, descubrirá que es su nueva compañera de residencia, con la que debe compartir servicio. Chiara, la otra joven, tampoco ha podido ol...