Capítulo 31. Miedo a enamorarse

1.2K 52 7
                                    

- ¿Tienes miedo a enamorarte? - preguntó Chiara al llegar a la altura de Violeta, que se encontraba leyendo tranquilamente en el sofá.

- ¿Qué? - preguntó desconcertada.

- Que si tienes miedo a enamorarte - repitió - porque yo sí cruzo en rojo sin mirar - dijo riendo y sacando un papelito de su bolsillo.

Quiero tener una hija para decirle que fuimos la generación que cruzaba en rojo sin mirar, pero tenía miedo a enamorarse.

- Irene X

Violeta sonrió al ver la nota que sostenía Chiara, era la misma que ella le había dejado horas antes por la mañana para que la encontrara al despertarse. Cerró el libro que tenía entre las manos y le hizo un gesto a la joven para que se sentara a su lado.

- Me encanta Irene X - confesó como respuesta.

- Eso me queda claro - dijo la pelinegra señalando el libro que Violeta había dejado en la mesa: «El sexo de la risa» -. Bonito título para un libro - rio. Se sentó en el sofá y dejó un tierno beso en su mejilla como saludo -. Empiezo a pensar que solo lees cosas así, ¿este también es como el de la otra escritora...? ¿Cómo se llamaba...?

- ¿Elvira Sastre? - preguntó Violeta entre risas.

- ¡Sí, sí! Esa - la pelirroja negó con la cabeza.

- No, no... Qué va. Irene X tiene un estilo bastante distinto, más... ¿Cómo decirlo? ¿Más crudo? ¿Salvaje? Aunque sí que hace bastante referencias al sexo, pero de una manera más... ¿Bruta? ¿Desgarradora?

- No sé - se encogió de hombros - nunca la he leído, pero esta frase me ha gustado mucho.

- Si quieres te leo algo suyo algún día - propuso.

- Me parece una idea estupenda, pero aún no has contestado a mi pregunta, Vivi - dijo atenta a su respuesta.

- Uhm... - pensó Violeta -. No sé, un poco supongo. ¿Tú no?

- Sin duda. Siempre me ha dado mucho miedo... No por el hecho de enamorarme, sino por todo lo que implica - Violeta asintió -. Enamorarse es precioso, bueno, supongo... Nunca me he enamorado...

- ¿No? - preguntó sorprendida. Tenía la sensación de que Chiara sentía tan intensamente que le sorprendía que jamás hubiese estado enamorada de nadie. La joven negó con la cabeza.

- Aunque creo que puedo empezar a hacerme una idea de lo que se siente - dijo flojito y con algo de vergüenza. Violeta acarició su mano y le sonrió tiernamente -, pero enamorarse también es concederle a alguien el poder de destruirte y eso me aterra - dijo con la cabeza gacha -. Literalmente le das en bandeja tu corazón a alguien que puede destruirlo y tirarlo al océano si le da la real gana, como en esa canción de Britney Spears - bromeó -. Sabes cuál digo, ¿no? - Violeta la miró divertida sin decir nada -. Oops I did it again, I played with your heart, got lost in the game - empezó a cantar -. Y luego dice algo como: Britney, before you go, there's something I want you to have - empezó a imitar las voces de la cancion -. Oh, it's beautiful, but wait a minute, isn't this? Yeah, yes, it is. But I though the old lady dropped it into the ocean in the end - Violeta reía sin parar mirándola actuando aquella escena -. Well, baby, I went down and got it for you. Aww, you shouldn't have - dijo con cara de pena - Oops I did it again to you heart, got lost in the game. Oh, baby - cantó de nuevo. Sonrió al ver cómo reía la pelirroja -. Pedazo temón, también te digo - Violeta asintió -. Pues eso - volvió a ponerse seria -, es un poco esto para mí enamorarse. Se supone que te tienes que lanzar a ciegas esperando que la otra persona abra el paracaídas para ti y que no te estrelles, ¿no? Y eso es concederle mucho poder a una persona... ¿No crees? - la andaluza asintió.

ENTRE ACORDES Y RECUERDOS | KIVI AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora