En el mundo de Dominick Decker, la marca de flor con la que se nace lo es todo, por lo que él, siendo un desmarcado no puede más que sentirse excluido, al fin y al cabo, la popularidad y el valor están definidos por aquello que no tiene.
Con la ment...
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Esperé tanto el día de la competencia de arquería, que nunca imaginé que terminaría siendo un desastre. Pasé la tarde en la dirección con los nudillos morados y doloridos luego de haber peleado con Andrew y Saul.
Los detalles del comienzo eran borrosos en mi mente. Cuando fui a buscar a Ash ellos estaban en el club de rugby, recién incorporados al equipo. No tardaron en buscar pelea, y su actitud beligerante no dejó mucho margen para evitar el conflicto.
Actué por impulso y arrastré a Asher conmigo. Afortunadamente, la pelea no fue tan grave, ya que nos separaron de inmediato. Sin embargo, provocó un largo sermón por parte de la directora y una llamada a nuestros tutores.
—¿Realmente cree que fuimos nosotros quienes comenzamos? —preguntó Ash, sin ocultar su molestia.
—Deme una buena razón para no pensarlo. El señor Decker ha estado involucrado en conflictos anteriormente, me sorprende que usted, señor Sellards, esté siguiendo esos malos pasos.
—¿Es en serio? ¿Tiene alguna idea del estado en el que encontré a Dominick cuando llegué a esta escuela? ¿Va a decir que él es quien buscó pelea con dos tipos mayores solo porque sí?
—Ash, no —intenté calmarlo.
—¿Qué tan difícil de entender es? ¡Vamos, piense un poco y deje de mirar y creer solo lo que le conviene!