🌼Amapola🌼

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Pese a que ahora vivía en una parte tranquila de la ciudad, prefería pasar mi tiempo fuera, lejos de mi madre

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Pese a que ahora vivía en una parte tranquila de la ciudad, prefería pasar mi tiempo fuera, lejos de mi madre. Algunas ocasiones me sentía aliviado al escapar de su presencia, pero otras me sentía asfixiado por la carga emocional que llevaba conmigo.

El mundo se movía acelerado, la gente bruscamente y no sabía cuánto más podría sostener su peso sin romperme.

Sin embargo, cuando pensaba en Asher, sentía un ancla que me mantenía aferrado a la realidad. Él sostenía mi mano, y con ese simple gesto, me recordaba que no estaba solo en este caótico mundo. Justo en ese día, después de las clases, me invitó a su casa para pasar la tarde juntos, y sin pensarlo dos veces, acepté.

Ash deslizaba la tinta para llenar mi brazo de flores. Todas eran dibujos abstractos de colores, con cuatro o cinco pétalos.

—¿Por qué haces de mi marca algo con flores tan sencillas?, ¿qué flores se supone que son? —pregunté curioso.

—Es que tu marca no sería solo flores —respondió enigmático.

—¿Un ramo?

—Nop.

—¿Un jardín? —inquirí como última opción. Él volvió a negar—. ¿Entonces?

—Ya está, quizás te des cuenta algún día.

Una primavera llamada AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora