🌼Cardo🌼

13 4 13
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días que siguieron parecían haberse asentado en una calma reconfortante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días que siguieron parecían haberse asentado en una calma reconfortante. El mundo se sentía un poco más ligero, como si la tormenta que había acechado finalmente se hubiera alejado.

Las clases seguían, con la energía usual de la escuela, pero todo parecía teñido de una luz diferente, como si el tiempo hubiera decidido darnos un respiro.

Al final de clases, mientras esperaba a Ash, me encontré con Camilla en el pasillo, apoyada contra su casillero y hojeando un libro. Cuando me vio, su expresión se iluminó.

—¡Domi! —exclamó con una sonrisa amplia—. ¡Te estaba buscando!

—¿Sí? ¿Pasa algo? —pregunté, algo curioso por su tono entusiasta.

Ella negó con la cabeza y soltó un suspiro.

—Es que... ya falta poco para las vacaciones, ¿y luego qué? El año que viene tal vez no estaremos en el mismo salón —hizo una mueca, claramente preocupada por el cambio—. Te voy a extrañar.

—Oye, no será tan grave —respondí, tratando de animarla—. No estaré tan lejos, y seguiremos en contacto. Prometo que no voy a desaparecer.

Camilla me observó como si no terminara de creerme. Luego se mordió el labio inferior y miró al suelo.

—¿Y qué hay de los demás? —preguntó en voz baja—. Mi relación con Dustin ¿crees que pueda seguir aunque no estemos en el mismo salón?

Su pregunta me tomó por sorpresa, y por un momento, me quedé en silencio. Mis pensamientos divagaron hacia Ash y la posibilidad de que el próximo año las cosas también pudieran cambiar entre nosotros. Pero antes de que esa sombra se asentara del todo, recordé todo lo que habíamos pasado juntos. Cómo, a pesar de todo, siempre habíamos encontrado el camino de vuelta.

Una primavera llamada AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora