🌼Clemátide🌼

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Bajo las cambiantes capas de nubes, regresaba a casa con los bolsillos vacíos, desalentado por no haber encontrado los materiales que necesitaba para terminar el proyecto

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Bajo las cambiantes capas de nubes, regresaba a casa con los bolsillos vacíos, desalentado por no haber encontrado los materiales que necesitaba para terminar el proyecto.

Me preguntaba cómo me las arreglaría para completarlo sin ellos. Sin embargo, mi preocupación se vio interrumpida cuando noté un diminuto pájaro rojo saltando en medio del camino. Al verme movió el pico y batió una de sus alas.

—Oh, no —susurré y me acerqué con cuidado para recogerlo—. Estás lastimado, pequeño.

En ese momento, escuché unos pasos acercándose.

—Ash —pronuncié su nombre casi por instinto. Pero al voltear corroboré lo equivocado que estaba. Un hombre de mediana edad nos miró confundido.

—Me parece que no soy a quien esperabas.

—Lamento la confusión —respondí avergonzado.

—Tu amigo está herido —señaló al ave, luego dio una calada a su cigarro y agregó—: ¿Puedo echarle un vistazo?

Lo observé por un momento, y luego asentí, entregándole el ave con algo de recelo. Levantó suavemente una de las alas del animal y asintió.

—Sí, como lo suponía —dijo mientras exhalaba el humo—, bastan cuidados sencillos para curarla. Vivo cerca, así que si quieres, puedes venir a verlo cuando gustes. Aunque, confiar en un extraño no siempre es lo más prudente.

Una primavera llamada AsherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora