Capitulo 4

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𝟏𝟓 𝒅𝒆 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒅𝒆 𝟐𝟎𝟐𝟑

Son las siete de la mañana.
Juanjo y Denna desayunan sentados en los tomates de la cocina.

—Estoy supernerviosa.

—¿Por qué?

Él le da mordisco a su tostada con aguacate y aceite.

—Porque nunca he tenido que hacer amigos nuevos —responde ella, masticando una galleta Príncipe—. He pasado toda mi vida en el mismo sitio con el mismo círculo de gente.

—Ya verás como no es tan difícil.

—Si tú lo dices...

Ambos desayunar mientras charlan de manera distendida.

—Por cierto, te queda muy bien el pelo así. Estás muy guapa —le dice su hermano.

Haz un par de días que Denna decidió dar un cambio y cortarse el pelo.

—¿Te gusta?

—Claro. Además, cambiar de peinado cuando has roto con alguien es una manera de dejar el pasado atrás —comenta él.

Denna lo mira algo escéptica.

—Si tú lo dices...

De repente un Álvaro risueño entra por la puerta de la cocina.

—¡Buenos díaaaas! ¿Qué tal amanecieron esos culos?

—Madre mia cuenta energía —dice la maña riéndose.

—Hoy es tu primer día tienes que estar contenta —dice el chico mientras se prepara un café.

—Estoy nerviosa...

—No te preocupes que yo te presento a gente y te enseño la uni, me llaman el relaciones públicas.

—¿Estudias magisterio también? —se interesa Denna.

—Que va, estudio ingeniería electrónica pero está en el mismo edificio que magisterio.

—Con este te aseguro que no te aburres —dice Juanjo con una sonrisa.

Minutos después, Juanjo se levanta y deja la taza y el plato causado en el fregadero.

—Me voy a ir ya.

Su hermana, que bebe de su vaso de leche, casi se atraganta.

—¿Tan pronto?

—Claro, los primeros cliente suelen llegar a esta hora—y bromeando añade—: Como se nota que estos días no has madrugado, si no, ya sabrías a qué hora salgo de casa.

Denna sonríe y asiente. Desde que se mudó a Madrid no ha hecho gran cosa. Y superar la ruptura de su relación con Vicent no ha sido nada fácil.

—Bea, date prisa —dice el maño subiendo la voz.

—¡VOY!

Bea estudia canto al lado de la cafetería donde trabaja el maño, por eso todos los días se van juntos.
Juanjo abandona la cocina en busca de su mochila.
De repente, suena un golpe.

—¡Denna, te he dicho mil veces que, ya que sigues con las cosas de la mudanza, al menos menos quites tus cajas del medio!

—¡Lo siento! Esta semana lo termino —grita ella, no muy convencida de que vaya a ser verdad.

Luego sigue desayunando bajo la atenta mirada de 𝐶𝑜𝑟𝑎.

—Bueno, cenamos esta noche noche y me cuentas qué tal tu día, ¿vale?

𝑇𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora