Violeta va sentada en uno de los vagones del metro de Madrid.
Mira el móvil y ve que son las 18.23 horas."𝑉𝑎𝑙𝑒, 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑜 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒."
El grupo a quedado en un bar para tomar algo.
La chica Alcanza su parada, abandona el metro y camina a paso ligero.
Llega a una plaza y busca a sus amigos en las mesas que ve en la terraza.
Los encuentra, pero ve que no hay silla para ella.
Álex y ella se sonríen.
Violeta se acerca a una mesa en la que sólo hay un hombre sentado.—Diaculpe —llama su atención—, ¿esta silla está ocupada?
El hombre aparta la vista del libro que está leyendo y la mira.
—No, toda suya, señorita.
—Muchísimas gracias. Que pase una buena tarde —responde ella apartando la silla y alzándola.
El señor asiente con una sonrisa antes de volver a perderse en su lectura.
Violeta se acerca a sus amigos.
—¡Holaaaaaa! —saluda colocando la silla junto a Lucas.
Todos la miran y sonríen.
—Hombre ya era hora. Que luego os quejáis de mi cuando llego diez minutos tarde —critica el uruguayo.
—No creo que seas el más indicado para decir eso... —admite Álex—. No mientras no haya alguien que supere tu récord de llegar dos horas y cuarto tarde —ríe.
Denna lo mira sorprendida.
—¿Y lo espetasteis? —se interesa.
Álex y Violeta se miran y alzan los hombros.
—¿Qué otra cosa íbamos a hacer? Al menos tuvimos suerte y encontramos un bar con un billar cerca.
Juanjo, que se ha mantenido en silencio, comenta entonces dirigiéndose a su hermana:
—Conociéndote, tú a los veinte minutos te habrías ido.
Dena se ríe, tiene toda la razón. Odia tener que esperar.
Lucas intenta excusarse, y la pelirroja aprovecha para pedirle un café con leche de soja a la camarera.
—Pero, vamos a ver, para un día que llego a tiempo, me atacáis —se queja, y mirando a Violeta pregunta—: ¿Cuál es tu excusa?
Ella lo piensa y decide decir la verdad.
—Que anoche salí, conocí a Chiara, una chica inglesa que está de Erasmus aquí en Madrid. Me quedé a dormir en su casa y... se nos han pegado las sabanas.
—Wooooow —suelta Lucas.
—¿Y qué tal? ¿Repetís esta noche? —pregunta Denna.
Lucas y Álex se miran e intuyen la respuesta. Conocen bien a su amiga y eso de repetir no se le da bien.
—Qué va, ni siquiera tengo su móvil.
Llega la camarera y deja el café en la mesa.
Violeta la mira y sonríe en modo de agradecimiento.—¿No te ha gustado? —pregunta ahora Juanjo.
—A ver, Chiara es una chica supersimpatica y muy guapa. Pero ya os dije una vez que eso del amor no es lo mío. Así que, no, una vez es suficiente —aclara la chica—. Además, es mejor pasarlo bien una vez que repetir y que la cosas se maliterpreten.
—Sabes que las personas que más reniegan del amor luego son las primera en casarse, ¿no? —avisa la rubia.
Violeta remueve su café.
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𝑇𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠
FanfictionJuanjo y Denna son mellizos, pero no iguales. Juanjo tuvo que irse de casa a los diecisiete años, ya que sus padres no aceptaban tener un hijo trans. Se fue a Madrid en busca de una nueva vida, tendría que trabajar día y noche para pagarse un apart...