𝑇𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠

Capitulo 19

Álex recoge sus cosas de la mesa de madera. Se levanta y mira la niña con la que lleva una hora.

—Nos vemos el próximo día, Carolina.

La de Carolina es la última clase particular que tiene hoy. Luego se pone su abrigo marrón y sale de la casa.

Hoy hace frío. Normal, vamos..., pues están apunto de entrar en diciembre.
Saca el móvil y entra en WhatsApp.

ÁLEX: Ya he salido. ¿Te queda mucho o te espero?

No está muy seguro de si Denna le va a contestar, puesto que también está impartiendo una de sus clases.
Segundos después le suena el móvil.

DENNA: Me quedan quince minutos. ¿Me esperas, porfa?

ALEX: ¡Claro!

El chico sonríe mirando a la pantalla de su móvil.

Entonces decide irse a un parque cercano y sentarse en uno de los bancos.
Saca los auriculares y los conecta a su móvil.
Pasan los minutos y está embobado mirando un grupo de niños y niñas jugar al fútbol.

—¡Hola! —dice de repente Denna sentándose a su lado.

Álex pega un respingo, lo ha asustado.

—¿Qué escuchas?

Ella le quita una auricular y se lo pone.
Él la mira y, por su cara, ve que no conoce la canción.

Disfrutan en silencio de lo que queda de canción.
Una vez que termina, ella le devuelve el auricular.

—¿Tienes algo que hacer ahora? —le pregunta.

Ambos se ponen de pie.

—¿Qué me propones? —dice él.

—Tengo que hacer unas compras navideñas, y como la última vez te ayude con el regalo de tu madre, había pensado que podrías devolverme el favor.

Álex se echa a reír.

—Eso está echo —responde con gracia.

Los dos caminan hasta llegar a un centro comercial.
Echan un ojo en varias tiendas. Entran y salen en los comercios con más o menos suerte.

—¿Crees que este vestido le gustará mi madre?

Álex mira desconcertado el vestido granate y luego la mira a ella.

—¿Cómo quieres que lo sepa? Estoy seguro de que tú la conoces mejor que yo —bromea.

Denna se ríe.

—Tienes razón. A veces es difícil no poder contar con Juanjo para estas cosas —admite.

Álex asiente. Imagina que la situación familiar de los mellizos no debe de ser nada sencilla.

Denna camina por la tienda mirando otras cosas sin soltar el vestido.
Álex la sigue en silencio, a la vez que va echando un ojo por si también ve algo para su madre.
Ve indecisa a su amiga.

—Siempre puedes regalárselo y, por si no le gusta, le metes el ticket regalo dentro y listo —propone.

Denna lo piensa.