Capitulo 16

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Hace un par de semanas que Denna empezó a impartir algunas de las clases que le consiguió Álex.
Está muy contenta y sabe que, sin su ayuda, aún seguiría buscando. No es que sea especialmente fácil encontrar trabajo.

Álex ve en la pantalla de su móvil que son las 20.12 horas.

—Ya que hemos salido pronto, ¿quieres ir a tomar algo? —sugiere.

Ella duda, pero acaba aceptando. Esas tardes de trabajo los han unido mucho.

Se acercan a una cafetería y se sientan a la primera mesa que ven libre.

—Hola —dice una camarera al acercarse—. ¿Qué queréis tomar?

—Yo un capuchino, que estoy agotado —responde él mirándola.

—¿Lo quieres con nata por encima?

—Venga, vale. —Álex sonríe.

La chica lo apunta en su pequeño bloc de notas.

—Y yo una Coca-Cola 𝑙𝑖𝑔𝘩𝑡, por favor —pide Denna.

La camarera termina de anotar el pedido y los deja solos.

—¿Coca-Cola 𝑙𝑖𝑔𝘩𝑡? —inquiere Álex.

—Tengo que cuidarme, bastante me costó llegar a como estoy ahora. Y podría estar mejor —explica ella.

El chico se acomoda en la silla mientras la escucha. Mira a su amiga, pero él la ve estupenda.

—Sabes que todo en la vida no es estar a dieta, ¿verdad? A veces hay que darse algún capricho, permitirse ciertas cosas.

Denna asiente.

—Pero vamos que, si decidiste cambiar para sentirte mejor contigo misma y lo has conseguido, me alegro un montón.

A ella le sorprende que le diga eso. En los años que ha estado con Vicent, pocos cumplidos ha recibido. De hecho, si se propuso bajar un par de tallas fue por comentarios que oyó de él.

—¿Por qué dices que estás agotado? —Denna cambia de tema. No le gusta hablar de sus inseguridades.

—Porque soy un desastre y dejé para el último momento una entrega de clase —admite él—. Esta noche no he pegado ojo para terminar porque sabía que esta tarde, con las clases de inglés, sería imposible ponerme con ello.

—¿La lectura y comparación de un libro? —Álex asiente—. Yo la entregué hace cuatro días.

—Pues ojalá que ahora que paso más tiempo contigo se me pegue eso. Porque al final siempre me pasa lo mismo —se lamenta.

—Bueno, la próxima vez si quieres te aviso cuando me ponga con ello, para ver si con la presión te pones antes tú también —propone Denna.

—Hazlo, por favor.

La camarera vuelve y deja lo que han pedido sobre la mesa.

—Gracias —dicen ellos al unísono.

Dan un trago a sus bebidas.
Álex mira entonces a su amiga.

—¿Te puedo hacer una pregunta un poco extraña?

Denna lo observa intrigada.

—Claro.

—¿Qué fue lo último que le regalaste a tu madre por su cumpleaños?

El cumpleaños de la madre de Denna fue hace meses. Tiene que hacer memoria.

—Si no recuerdo mal, le regalé una cesta con jabones, que sé que esas cosas le gustan. Y una pulsera de plata.

Alex asiente. No es la respuesta que esperaba.

𝑇𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora