Es viernes y llega el final de las clases de esta semana.
Lucas va directo a las máquinas expendedoras a sacar una botella de agua. Esta mañana ha olvidado la suya en casa.
A Violeta le suena el teléfono y sale del aula para contestar.
Mientras tanto, el resto de los alumnos recogen tranquilamente sus cosas y van saliendo.—Denna —Álex se acerca a ella—, como dijistes que estabas buscando trabajo, mi madre tiene varias amigas con hijos y suelen llamarme para que les dé clases de inglés. Estoy hablando de nivel de primaria e instituto como mucho. Un par de ellas me han comentado alguna vez que no les vendría mal que sus hijos reforzaran asignaturas como lengua, historia, biología... Si estás interesada, puedo darles tu número.
—¡Claro que me interesa!
—Genial, pues esta tarde les hablo de ti. Cuando sepa algo, te aviso.
Denna está contenta.
¡Por fin parece que tiene algo! Aunque sea poco, menos es nada.
Ambos terminan de guardar sus cosas y van hacia la puerta.—Por cierto, ¿qué haces este finde? —pregunta entonces él.
—De momento nada, ¿por? —responde ella mirando el móvil.
Salen del aula y Álex, viendo que son los últimos, cierra la puerta tras de sí.
—Podríamos hacer algo.
Denna sigue mirando el móvil, pero ya no tiene la atención puesta en él.
Le vienen a la cabeza los comentarios de su hermano y Violeta en referencia a Álex."¿𝑄𝑢𝑒𝑑𝑎𝑟? ¿𝐿𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠 𝑠𝑜𝑙𝑜𝑠 𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑎́𝑠? 𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑟 𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎𝑠", piensa a toda velocidad.
Se agobia y necesita una salida. Entonces alza la vista y ve que Violeta ha terminado de hablar por teléfono y se acerca a ellos.
—¡Claro! —responde. Y, a continuación, dirigiéndose a la chica que se acerca, dice—: Tía, ¿te apetece hacer algo este finde?
—Valeeee.
—Vamos a ver qué dice Lucas —añade Denna.
Los tres se acercan a su amigo y lo ven de brazos cruzados, mirando muy serio la máquina expendedora.
—¿Os podéis creer que se ha quedado la botella pillada? —se queja Lucas al ver a sus amigos.
Los tres echan un vistazo y ven que la botella está apunto de caer.
—¿Has probado a darle algún golpecillo? —pregunta Denna.
—Si, pero no hay manera.
—A ver, déjame a mí —dice la pelirroja.
La chica se apoya en la máquina y le da unos empujones.
—¿Y si metes otra moneda? Como esa está a punto, quizá te caigan dos botellas.
—O quizá pierda otro euro y medio. Me niego rotundamente.
Lucas se gira de nuevo hacia la máquina.
—Dame mi botella de agua —murmura.
Le he dado unos cuantos empujones más.
—¿Se puede saber qué hacéis? —alza la voz un hombre.
Todos lo miran. Tiene pinta de ser el conserje del edificio.
—Disculpe, se nos ha quedado la botella ahí pillada —explica Denna.
—¿Y es ese motivo para darle una paliza a la máquina?
Los amigos se miran entre sí.
—Simplemente la hemos movido un poco para ver si conseguimos que la botella cayera —explica Álex.
El señor se acerca a la máquina y la mira.
Ninguno dice nada.—Como vuelva a veros golpeándola, vais a tener un problema —anuncia muy serio.
Lucas suspira.
Denna le toca disimuladamente el brazo a Violeta, ya que la ve algo tensa y nerviosa.—Mire, le pedimos mil disculpas —responde esta última en un tono conciliador—. ¿Puede ayudarnos, por favor?
El señor los mira con el ceño fruncido.
—No.
Violeta aprieta las mandíbulas.
—¿Disculpe? —dice.
—Habéis tenido mala suerte, probad otro día o traeros el agüita de casa.
La pelirroja mira a sus amigos.
Álex le lanza una mirada de advertencia para que no siga hablando hablando. Parece que el señor no está de muy buen humor y no quiere empeorar las cosas.—¿Y mi dinero? —se queja Lucas.
El hombre lo mira de arriba abajo.
—No creo que un euro y medio menos te vaya a perjudicar en algo —responde este.
Lucas es un chico al que le gusta mucho la ropa, y se nota.
Hoy va vestido con unos botines rojos, un pantalón negro, camisa negra con estrellas blancas anudada a la cintura.—Vamos, no me jodas —suelta Violeta.
—Usted no es quién para decidir cómo me va a afectar a mí la pérdida de ese dinero. Se supone que está aquí para ayudarnos, no para menospreciarnos —replica enfadado.
El conserje saca una libreta junto a un bolígrafo de su bolsillo, y entonces Álex lo ve claro.
—Chicos, mejor vámonos ,que este hombre tendrá trabajo.
Mira a Denna buscando ayuda. Y esta capta su mirada.
—Venga, nos vamos —afirma enganchando a Violeta del brazo—. Que tenemos que hacer el trabajo de Conocimiento del Medio Social.
—¿Qué? —se sobresalta su amiga.
Lucas, enfadado, se recoloca su bandolera en el hombro.
Mira por última vez al hombre y, justo cuando va a decirle algo, Álex le pasa el brazo por encima del hombro haciendo que eche a andar.Bajan la escalera a toda prisa sin dejar de quejarse.
Finalmente, consiguen salir del edificio.—Lucas, yo tengo agua en mi botella, me lo hubieras dicho y te doy sin problema —comenta Denna dispuesta a dársela.
—No te preocupes, gracias igualmente.
—Venga, ¿qué hacemos este fin de semana? —pregunta Álex para cambiar de tema.
—No hacemos nada hasta que Denna me diga cuál es ese trabajo que tenemos que hacer, porque ni yo me
había enterado —tercia Violeta.—Era mentira —ríe la rubia—. Es que necesitaba sacarte de ahí como fuera.
Su amiga respira aliviada.
—¿Os apetece ir a un Escape Room? —propone Lucas.
Se miran entre sí.
—No suena mal —dice Violeta.
—Nunca he hecho uno, me apunto —responde Denna.
—¡Yo también! ¿Buscó algunos y los paso por el grupo para elegir? —propone Álex.
—Perfecto —dice Lucas—. Oye, Denna, dile a tu hermano que se venga si quiere.
—Luego se lo comentó.
Y, todos contentos con el plan propuesto, se despiden hasta el día siguiente.
———
𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐫𝐭𝐢𝐭𝐨 🌷
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𝑇𝑎𝑙 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠
FanfictionJuanjo y Denna son mellizos, pero no iguales. Juanjo tuvo que irse de casa a los diecisiete años, ya que sus padres no aceptaban tener un hijo trans. Se fue a Madrid en busca de una nueva vida, tendría que trabajar día y noche para pagarse un apart...