VALENTINA.
Caí. No sé dónde, pero caí.
Solté un pequeño quejido adolorida por la caída y levanté mi cabeza, tratando de ver a mi alrededor. Era de día y estaba en lo que parecía ser un... ¿me encontraba en un desierto? No entendía nada.
—¿Qué fue lo que pasó?— murmuré.
Me puse de pie y froté mis brazos sintiéndome un poco asustada y, sobre todo, desorientada.
A ver, hace nada estaba con los chicos en la pileta, abriendo el libro, y ahora estaba en otro lugar y la noche había sido reemplazada por el día. Además, estaba sola. ¿Dónde estaban todos los demás? ¿El libro me había traído hasta acá? ¿Fue Juan Cruz?
—¡Simón! ¡Thiago! ¡Chicos!
Lo único que obtuve, fue silencio.
—¿Relojito?— pausé y suspiré —¿Alguien?
Nuevamente, silencio. Es que no entendía nada, y empezaba a ponerme más nerviosa al no ver nada conocido que me ayude a volver a casa.
—¿Estaré soñando?— me dije a mí misma —Peor, ¿estaré muerta?— jadeé —¡Quizá morí! ¡Quizá me están tratando de despertar y no puedo! Oh, Dios.
Miré la palma de mi mano brevemente para luego proceder a darme una bofetada fuertemente. Ugh.
—Definitivamente estoy viva y despierta.
Froté mi mejilla con una mueca y miré nerviosa a todo mi alrededor una vez más. No reconocí nada. Ningún punto, ninguna señal, nada. Llevaba buen tiempo en el país, sí, pero solo conocía la capital y esto no parecía ser la capital.
Entonces, recordé algo.
—¡Mis habilidades!— exclamé, emocionada —Eso. Vamos, Valentina, tú puedes— me alenté —Ahora, sabemos que se usan con responsabilidad, pero el momento lo amerita, es una emergencia y ya está. Tenemos que volver a casa y-
Me detuve y me eché a reír. Estaba hablando sola. Estaba enloqueciendo, eso pasaba. Era un delirio.
—Bueno, aquí vamos.
Cerré los ojos y, como en anteriores veces, traté y pensé en dónde quería estar. Pensé en Simón.. en Thiago... pensé en mis amigos y pensé en casa, no quería estar en otro lugar más que en casa.
Abrí los ojos un par de segundos después, pero la decepción fue grande al ver que no me moví nada. Tragué saliva y volví a cerrar los ojos para hacerlo nuevamente. Tesina que funcionar.
—Vamos, por favor, funciona.
Esperé un par de segundos antes de abrir los ojos. Cuando lo hice, me encontré con otra vista, seguía todavía en medio de la nada, pero no era el mismo lugar de antes.
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You're On Your Own, Kid || Casi Ángeles
Novela JuvenilDespués de abrir el libro de las ocho llaves, los chicos aparecen en distintos puntos geográficos; en un lugar distinto cada uno, desconcertados e incomunicados. A partir de ese momento, tendrán que descubrir cuál es su misión, enfrentando a todo a...