Emilie Rochefort, la envidiada estudiante de gran belleza, intelecto, fuerte carácter, de muchos talentos y familia rica, todos dirían que lo tienen todo, que su vida está resuelta y es fácil solo por ser bonita y adinerada.
Pero esto no es así, aun...
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Paso un día entero desde el enfrentamiento de Lars y Jin, tras aquella batalla no se supo mas nada de Jin. La joven de Mónaco no podía con la angustia, su amigó estaba desesperado y ella solo esperaba noticias de el dentro de las instalaciones de Violet Sistem, Lars había salido a defender a la gente y Lee le prometió que seguirían buscando a Jin hasta encontrarlo.
Encontraron a Alisa pero seguían sin rastros de Jin, Lee junto a su equipo trabajaban en repararla y hacer que funcione nuevamente, durante esos tres días en Violet Sistem aprendió lo básico de la ingeniería robótica para distraer su mente, pero ya no podia posponer más las cosas, por más que quería quedarse y esperar a Jin tenía que volver a su hogar.
Con la desaparición de Jin ahora Mishima Zaibatsu tenía un nuevo dueño que no le devolvería sus campos petroleros. Estaban en la ruina, pero contaba con el apoyo desinteresado de Lee que le acompañó hasta Mónaco yendo en su jet. Internaron a su padre en un hospital, su salud estaba mucho peor, se le veía más delgado y agotado, se notaba que no dormía por sobre pensar largas horas todo lo ocurrido, culpandose diariamente de haber perdido la empresa y no poder dejarle ninguna fuente de ingresos a su hija.
Lee volvió a su país y Lili permaneció en el hospital junto a su padre y la compañía de su gato Salt, se le notaba cambiada, ya llevaba una semana en que las condiciones de su padre estaban iguales, ya no portaba ropa elegante y maquillaje, ahora ataba su cabello en un moño mal hecho y usaba ropa oscura y ancha que le daba más comodidad, en su rostro habían grandes ojeras, durante el día cuidaba a su padre y por la noche miraba las noticias en su teléfono esperando alguna noticia de Jin, pero por más que lo deseara no sucedería, Jin podría estar muerto.
Lloro varias veces ante la cruel idea, quería ser fuerte pero parecía en vano. El estado de su progenitor empeoraba con el tiempo, los doctores le decían que se preparara para la muerte de su padre y aprovechará el tiempo que le quedaba a su lado.
Se encerró en el baño del hospital y lloro en silencio, se sentía más sola que nunca, hace un tiempo perdió el contacto con Lee la única persona que le llamaba para alentarla, pero ahora no sabía nada de él y aún así el dinero seguía llegando. Seco sus hinchados ojos con la manga de su abrigo color verde oscuro y respiro profundo para calmarse, tenía que verse bien para su padre, tenía que volver con él y disfrutar el tiempo restante a su lado.
Se reincorporo y salió, se ve en el espejo y nota lo terrible de su apariencia, por fortuna son altas horas de la noche y no hay nadie para verla. Peina su cabello y limpia su rostro con agua, palmea sus mejillas para despertarse y se brinda ánimos así misma.
Vuelve al cuarto en donde su padre duerme, una sonrisa triste emerge de su rostro al pensar que la persona por la que es capaz de darlo todo se marchara de su vida, tiene el tiempo para prepararse pero aún así no está lista, tiene miedo. Besa la frente de su padre y se sienta en la silla que ha sido su cama durante un largo tiempo, se cubre con la manta y se coloca los audífonos para ver su teléfono, su gato al verla se sube y se recuesta sobre su regazo ronroneando al recibir las caricias de su dueña que sonríe tenue al verlo. El tiempo que duerme durante la noche es mínimo, no logra conciliar el sueño tranquila sabiendo que algo podría pasar durante la noche, está intranquila y ansiosa.
