[CAPITULO 25]

193 7 3
                                    

🌻•°•°•°•°•🌻

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌻•°•°•°•°•🌻

— Este es Violet System, aquí se dedican a la ingeniería robótica, es increíble. El lugar es tan grande que nos hemos estado hospedando aquí desde hace un tiempo.

Lili daba un recorrido por todo el lugar, señalaba cada una de las cosas y gracias a su conocimiento sobre los robots le explicaba el funcionamiento de cada uno, también la ponía al día con unas cuantas cosas triviales, como sus estudios y los de Jin.

Acabado el recorrido fueron al comedor en donde Jun fue a tomar asiento con Kazuya que estaba perdido en sus pensamientos con la vista en la ventana.

— Mejor los dejo solos.

Susurro, tenía un buen presentimiento, indicando que lo indicado  era que Jun la persona que conoce más que nadie a Kazuya sea quien se encarga de redimirlo como en el pasado, lo hizo una vez, podría pasar dos veces.

Vio a Jin entrar buscando a su madre, así que lo toma del brazo y lo lleva hasta una mesa un poco alejada tomando asiento para así mirar a la pareja.

— ¿Porque la ciudad se ve tan... Destruida? — Cuestionó desconcertada, Kazuya está serio apoyando su rostro de su puño, sus ojos la fulminan haciéndola sentir vulnerable.

— Yo lo hice.

— ¿De qué hablas?

— Quería ser el más poderoso de todos, así que invoque a un demonio, robe sus poderes y destruir la ciudad para dominar al mundo. Nunca fui bueno Jun ¿Ya lo entiendes?

— ¿Y que hay de Jin, que paso con él? — Se cubre los labios perpleja.

— Intente matarlo, pero falle, más de una vez.

— ¿Por qué le hiciste eso a nuestro hijo? — Le miro furiosa.

— Para mi era un desconocido y tú estabas muerta; ya no me importaba nada.

No sabía que opinar al respecto, solo le dió vueltas al asunto reconociendo lo turbia que era la vida de Kazuya un mar lleno de tormentas que no conseguía la calma.

— ¿Por qué desapareciste? — Se encogió de hombros decaída. Pensar en los tristes días en los que a su lado ya no estaba Kazuya, un espacio vacío en su cama, en la mesa de su casa, un plato de comida menos que servir, su ausencia era el castigo más grande.

— Heihachi me mato.

— ¿Entonces como estás vivo?

— Se podría decir que fui resucitado ¿Pero eso que importa?

La mesera llegó sirviendole a Kazuya café negro y una pequeña rebanada de pan con mantequilla, tomo la orden de la Kazama y se retiró.

— A mi me importa mucho, se ustedes son lo único que tengo —Extiende su mano buscando la de Kazuya que aleja la suya.

Sunflower (Jin x Lili)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora