Emilie Rochefort, la envidiada estudiante de gran belleza, intelecto, fuerte carácter, de muchos talentos y familia rica, todos dirían que lo tienen todo, que su vida está resuelta y es fácil solo por ser bonita y adinerada.
Pero esto no es así, aun...
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Había un gran escándalo, se podía escuchar por todo el pasillo el alboroto producido por una rubia que era arrastrada en contra de su voluntad por Nina Williams que muy agresivamente le tomaba del cabello y la obligaba a seguir avanzando. No tenía otra opción, en algún momento encontraría la forma de librarse de la rubia, su desventaja es que Nina tenía un muy fuerte agarre.
Su mañana había empezado de la peor forma posible. Emilie De Rochefort despierta con una pila de trabajo y la terrible noticia de que el estado de su padre había empeorado, cuando iba a tomar el avión para volver a Mónaco sus guardaespaldas y Sebastián fueron atacados por esa rubia que llevaba ropa de cuero bastante ajustada y el cabello atado.
— Vienes conmigo o mato al viejo.
La estaba amenazando, pero dió en el clavo, sabía que Sebastián era alguien importante para ella y no dudaría en entregarse por la vida del canoso quien le rogaba que no le haga caso.
— ¿Por qué iría contigo, qué quieres? — cuestionó la rubia sin dejar de hacer su pose de batalla, preparada para dar un golpe cuando se de la oportunidad.
— Jin Kazama quiere verla, si no viene por las buenas vendrá por las malas.
— ¿Por qué ese demonio quisiera verme?
Está sorprendida, inquieta, la situación la ponía nerviosa, tenía que tomar una decisión. Su viejo amigo de la infancia, el que le había robado sus campos petroleros ahora le pedía que se vieran, no tenía sentido, pero ahora que tenía a la asesina frente a ella colocando un cuchillo en la garganta de Sebastián.
— ¡Bien! Iré contigo — alzó las manos en señal de paz.
Y así fue como la rubia la llevo hasta Mishima Zaibatsu en donde Jin estaría.
Lili sabía que era capaz de haber salvado a Sebastián sin tener que aceptar, pero esta era una oportunidad para ver a Jin antes del torneo y resolver las cosas de una vez por todas.
— ¡Suéltame el pelo! — Lili se quejaba frustrando más a Nina.
Parecería una jovencita odiosa que solo se preocupa por su apariencia, pero para ella ese cabello tenía un significado y por eso había mantenido ese peinado a lo largo de los años. Por qué fue el día que conoció a Jun el momento en que alguien trato con cuidado y dulzura su cabello y sentimientos. No como aquellas mucamas que la trataban con crueldad y le peinaban con rudeza lastimandola.
— ¡Cierra la boca! — Grito Nina tirando con más fuerza.
— ¡Obligame! — Y ya harta de aquel trato Lili también jalo del cabello de Nina.
— ¡Aght mocosa mimada!
Ambas formaron una pelea de insultos y jalarse el cabello, bastante ridícula al parecer.
