Emilie Rochefort, la envidiada estudiante de gran belleza, intelecto, fuerte carácter, de muchos talentos y familia rica, todos dirían que lo tienen todo, que su vida está resuelta y es fácil solo por ser bonita y adinerada.
Pero esto no es así, aun...
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— Salt está bien no te preocupes — Hablaba por teléfono con su hermana Eliza. Ya estaban en Violet System volviendo a su antigüo cuarto.
Estaba encerrada en su respectivo cuarto habían pasado varios días desde que llevaron a Violet System, las cosas se calmaron en la ciudad, los obreros y doctores tenían mucho trabajo por delante, con lentitud las cosas dejaban de verse tan tristes, ya no habia temor por que Kazuya no estaba, así para alegrar a la ciudad el alcalde organizo una fiesta en las calles "por un futuro brillante" era la noticia del día. Con esto a Lee se le ocurrió una brillante idea y decidió organizar su propia fiesta en una de las salas de Violet, así que con un considerable tiempo de anticipación mando las invitaciones a los peleadores del torneo y amigos que ayudaron, decía que los peleadores merecían su reconocimiento por enfrentar a Kazuya y traer nuevamente la paz.
— Te noto malhumorada, creí que estarías celebrando por su victoria — Jugo con uno de sus largos mechones de cabello que caían por su pecho.
— Si están celebrando, pero para mí es extraño hacerlo teniendo al enemigo en el mismo lugar — Se recostó de la cama y colocó el teléfono en alta voz.
— Quieres decir que Kazuya está con ustedes — Respinga sorprendida.
— Si. Es extraño, Jin comento algo de que su madre sigue con vida y que le pidió que salve a Kazuya; no creo que los golpes le afectarán la cabeza.
— No sé que decir al respecto. Pero, al parecer decidió perdonar a su padre, deberías aceptar su decisión — Había leído varios artículos sobre la historia de los Mishima que fueron publicados por un periodista que trabaja en Violet System y logro entrevistar a Heihachi antes de que falleciera.
— Me gustaría hacerlo pero me sigue asustando que Kazuya pueda herirlo — Suspiro pesado llevando las manos a su pecho.
— Jin es muy fuerte, no deberías desconfiar tanto, ahora sal de tu cuarto y disfruta de la fiesta, no todos los días vas a una.
— Es cierto, gracias Eliza — Sonríe sentándose.
— No es nada, para eso están las hermanas — Bosteza acariciando a Salt que duerme en su regazo.
— Adiós, tengo que irme.
La puerta sonó, como si hubiera leído su mente Lee estaba del otro lado sonriente como siempre, ella abre y lo ve, en su izquierda tiene un gancho con un adorable y sencillo vestido la parte superior es de color negro manga larga y la falda tiene un estampado de lirios. En la mano derecha tiene un mini cofre de madera oscura con lo que supone son varios accesorios.
— Pensé que lo necesitarías.
— Eres mi hada madrina — Salto a abrazarlo este rie por el comentario.
