Rechazo(Yeongyu)

Capítulo 6

Beomgyu

El doctor de la manada ya tenía todo preparado en cuanto puse un pie dentro de la sala. Fue sumamente educado, o quizás mi rostro demostraba que no tenía ganas de hablar con nadie. Sea cual fuese el motivo, disfrutaba del silencio.

-Beom... -Yeonjun se acercó por la puerta con una mirada preocupada- ¿Cómo sigue?

-Está bien, no es grave.

-No quieras mentirme, estamos conectados. Sentí ese corte y sé perfectamente que no fue un simple rasguño-miró al doctor que permanecía en silencio- Su estado, ahora.

-Fue un corte profundo. Debería haberse atendido apenas llegó -yo lo miré de forma amenazante.-Pero claro que nuestra gloriosa luna es muy fuerte -sonrió- él se recuperará en un par de días.

Siguió hablando, pero mi conciencia se había quedado suspendida en la segunda oración.

-"Nuestra luna".

Estaba tan concentrado en el hecho de volver a estar conectado con mi mate y en la reacción de Taehyun, que me olvidé por completo del resto de la manada. Ellos me habían oído, sabían que había utilizado mi voz. Todos aún aguardaban la esperanza de que yo me hiciera cargo del puesto. ¿Cómo podré explicarle ahora las cosas?

Yeonjun, notando mi incomodidad, le pidió al joven que se retirara.

-¿En qué piensas?

-En todo...

Que Yeonjun me dijera que pensaba rechazarme, me había dado una tranquilidad temporal. Pero a estas alturas el rumor se expandiría velozmente entre las otras manadas. Mi madre me había dicho que no se había mencionado el tema de nuestra unión, que todas ellas pensaban que Yeonjun aún no había encontrado a su mate.

Fue una decisión inteligente, ya que si los demás alfas supieran de la verdad, podrían considerar que Yeonjun es un mal líder. Que no está capacitado para dirigir y que su manada es débil. Una manada débil es blanco de ataques; no solo de otros licántropos, sino de todas las especies.

-Yeonjun, ¿cuándo iban a llegar las caravanas?

-Se supone que no vendrán hasta mañana.

Me relajé un poco, a esa distancia de seguro no pudieron sentir mi despertar. Pero el recuerdo de mi madre hizo que la preocupación volviera.

-No es así -dije, una de las caravanas se adelantó, mi madre me dijo que llegarían hoy.

Ni siquiera se inmutó, lo para mí significaba un acontecimiento catastrófico él lo tomaba como un simple chiste.

-Tranquilo.

-¿Tranquilo? ¡¿Cómo puedes pedirme que esté tranquilo?!

-Porque la caravana viene de la manada Wigul.

-¡Idiota, no me asustes así!

Por fin pude largar un enorme suspiro que se llevó gran parte del estrés acumulado. La manada Wigul, más que una aliada, es familia. A tal punto que constantemente había alumnos de intercambio. Los líderes eran muy similares a los nuestros, siempre solidarios y amables con sus allegados.

-Debo ir a darles la bienvenida asentí en respuesta - ¿Quieres que salude a Felix de tu parte?

-No, iré a verlo en persona. Quiero que estemos juntos a la hora de explicarle... bueno, todo.

Yeonjun se despidió. La soledad era placentera, me permitía pensar con claridad.

¿Felix iba a venir? Lo conozco de toda la vida, es el alfa de su manada desde hace 150 años. Y si bien aparenta unos 24, ya supera los 300. Felix siempre fue amable cuando era un cachorro; sé que puedo confiar en él, ya que ante sus ojos Yeonjun y yo somos una clase de hermanos pequeños a los que adora con todo su corazón.