Yeonjun
Con el resto de los combates captando la atención de mis invitados, aproveché para salir de la escena. Necesito ir con Beom, dejar de huir y enfrentarme a la realidad en la cual lo lastimé. Reconozco la culpa de mis acciones y no intento excusarme, o tal vez sí. Pero fue Max el causante de la tragedia y debe saberlo. De la misma forma en que yo me muero por conocer su actual estado. No solo por anoche, sino también por el intenso enfrentamiento con Yeji.
Faltan aún muchos días y actividades por realizar, y sé que por su fortaleza no dirá nada y aguantará con una bella sonrisa. Buscará la forma de sobrellevar las adversidades, lo cual es admirable pero inadmisible. Lo obligaré a decirme la verdad, usaré mi voz de alfa para doblegarlo. Un acto egoísta y deshonroso, pero de todas formas él ya me odia. Y me da igual si con eso puedo proteger su salud. Es eso más importante para mí que lo que otros digan o sus responsabilidades.
-No dejaré que siga lastimándose.
Lo juré ante la diosa Luna, y decidido rastreé su aroma hasta una zona bastante apartada del evento, cosa que me tomó por sorpresa, pero no tanto como la presencia de un tercero acompañándolo. ¿El omega, el humano? No era Aron ni nadie de la manada; de serlo, el vínculo lo reconocería. Pero tampoco se trata de Taehyun, ya conozco el olor a bosque y pino que lo diferencia, y no es este. Por un segundo consideré a otro infiltrado; sin embargo, descarté la idea. Beom se siente cómodo y tranquilo, imposible con un enemigo.
-Quizás un conocido de otra manada.
Por descarte lo que pensé y tuve razón. Lástima que el dichoso lobo resultó siendo al que menos aprecio. Frente a mí me topé con una horrible imagen. Ambos sonriendo como si de toda la vida se conociesen y tomados de la mano con sus ojos fijos en el otro. Tan centrados en su propio mundo que ni siquiera les importó tenerme cerca hasta que hablé. Y admito que mi tono no fue el más amigable posible; a decir verdad, fue frío y amenazante. Tanto que él reaccionó asustado, cambiando esa linda postura por una aterrada cuyo corazón se aceleraba como si quisiera escapar de su pecho. Me arrepentí inmediatamente de mis acciones al ver esto. Beom me teme.
¿Qué demonios estoy haciendo? Se supone que vengo en son de paz para arreglar un poco las cosas. Y en cambio, de nuevo el alfa de otra manada ha tenido que dar un paso al frente para esconderlo de mí y brindarle seguridad. Fui yo el que inconscientemente dije su nombre; pero cuando él me respondió el saludo, mi mente quedó en blanco. O más bien en morado, por la marca en su muñeca que sé que es culpa mía. La herida de los invasores fue un corte cuya cicatriz recorre desde su muñeca hasta el antebrazo de forma recta. Pero ese morado brazalete lo causé yo. ¿Cuánta fuerza utilicé realmente? Somos licántropos, sanamos rápido, es difícil dejarnos moretones.
Quise acercarme, me moví muy de golpe por lo visto, ya que él se encogió en su guardián que automáticamente se puso alerta. Protegiéndolo como si fuera suyo, ocupando el que se supone fuera mi lugar.
- Yeonjun, ¿Necesita algo?
No era una pregunta, sino una invitación para retirarme. Una invitación disfrazada y discreta, enunciada de forma suave que desviaba sus ojos a mi compañero como diciendo "vete por las buenas, piensa en él".
¡Por supuesto que lo hago! Y ese es el motivo por el que odio esto.
-Lamento interrumpir-mentí-. Aunque quisiera también saber sus intenciones con mi beta, si no le molesta.
Ok, mi voz quizás sonó más agresiva de lo quería. No soy yo, es Max en mi interior queriendo romperle la cara por tocarlo. Mas mi pregunta es legítima. Desconfío de él, no es natural que Beom le importe tanto.
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Rechazo(Yeongyu)
RomanceDos años después de ser rechazado por su mate y abandonar su manada, Choi Beomgyu se ve obligado a volver para un gran evento . Es fácil, solo tendrá que aguantar dos semanas, ¿Qué tan difícil podría ser? Solo dos semanas, conviviendo con su mate ...