Capítulo 17

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Beomgyu

Yeonjun y yo seguíamos al mando inconscientemente. Y no, no era que hubiera algo malo con sus padres. Al contrario, sus habilidades en cuanto a liderazgo se mantienen tan firmes como siempre. Es solo que con todos los rituales y el evento prefirieron aprovechar esta desgracia como parte de la transición de mi mate al puesto de alfa, demostrado que posee la madurez necesaria y ganándose la confianza del pueblo.

En cambio, yo no poseo explicación o motivo alguno, es tan simple y a la vez complicado admitir que me nace de forma natural y que no tengo corazón para irme y dejarlos a su suerte. Mi mente y cuerpo entraron en un trance del cual desperté muchas horas después de tener todo controlado. Pero hasta entonces Tori controló nuestro cuerpo y ambos acordamos no regresar a la forma humana para evitar que el cansancio se evidencie. Por la diosa que vengo de un baile, una declaración, una pelea que terminó en secuestro, una tortura y un ataque en menos de doce horas. Demasiadas cosas que digerir en poco tiempo y mi mente no puede con todas a la vez. Gracias, Luna, por nacer licántropo y tener a Tori; no imagino como manejan los humanos u otras razas este tipo de crisis por sí solas. ¿Es cobarde que le encargue el asunto externo a mi lobo para descansar? No sé, ni me interesa.

-Tori, al fin puedo conocerte.

Por supuesto que Tori reaccionó al ser llamado por Yeonjun, que se acercó lentamente en su forma humana con una actitud fascinada. Sonriendo intentó acariciarlo y de la impresión Tori le volteó la cara alejándose. O así creo que se percibió de afuera, ya que dentro nuestro el nerviosismo la incitaba a salir corriendo.

¿Beomgyu?

-Ni lo pienses, es mi tiempo libre, tú te ocupas. Enfréntalo como siempre me dices.

Me desligué por completo de la situación y él gruñó. Lo cual se nota que afectó al pelinegro que agachó la cabeza y retrocedió un paso.

-Lo siento.

Él lo dijo con una voz tan apagada y cansada que ambos dejamos de discutir. Paramos y nos centramos en analizarlo mejor, en percibir todo el cansancio que acumulaba junto con otras emociones que preferimos ignorar. Fue un golpe duro en el pecho, sobre todo para mi lado salvaje que, como ya comenté, sufre más que la humana.

A su vez no me pienso meter, ya tuve todos estos días la oportunidad de interactuar con Yeonjun y solucionar ciertas riñas. Tori nunca lo tuvo, ni siquiera se presentaron o vieron previamente. Y ayer, de la nada, vi a Max y ellos a nosotros. La prioridad por atender la emergencia desvió el foco de atención de aquel significativo momento entre ambos.

-Te apoyaré en lo que decidas.

Le di entonces "permiso": libre albedrío. Lo he forzado a cosas que no quiso desde el rechazo y él siempre cedió para mantener la paz entre nosotros. Lamentablemente estos días fueron de un pleito tras otro. Y no quiero eso. Yeonjun se quedó como piedra cuando Tori interceptó su camino con una postura a la defensiva que con el paso de los segundos se relajó y dejó caer acostado en el piso. Confundido él captó el mensaje y aunque cerramos nuestros ojos sentimos cual cuidadosamente se arrodilló y acarició nuestro pelaje. Su tacto es suave, cálido. Tan reconfortante que nos invitaba a caer dormidos.

-¿Maestro?

-¿Qué tiene la vida con interrumpirnos? bufando nos centramos en el link, Aron daba un reporte cada veinte minutos. Le pedí que lo cuide, pero a este nivel ya se pasa-¿Aron? ¿Qué sucede?

-¡No lo sé! Estaba todo tranquilo, y de repente su temperatura subió. Intento despertarlo, pero no reacciona.

Sus palabras me cayeron como un balde de agua helada. Me aturdí y mi lobo se puso de pie alterado sin saber si salir corriendo a su lado o qué demonios hacer.

Rechazo(Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora