Capitulo 1

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Beomgyu

Cinco horas de viaje no es mucho, y el ir en auto me ahorró tiempo. Pero ahora, que estoy más cerca, me cuestiono seriamente si fue una buena idea.

Recorrer en auto los bosques en los que crecí, pierde toda la gracia cuando tu lobo se muestra ansioso por salir a correr por su territorio. Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces en las que Tori pidió de estacionar y darle el control de nuestro cuerpo. Y siendo honesto, de ser por mí aceptaría; (una buena forma de hacer catarsis), pero tendríamos que dejar atrás el equipaje, y eso no es opción.

¿Cómo seguirán todos? El pueblo debió haber cambiado mucho; y no por el tiempo, sino por la ocasión.

Mi padre solía contarme con orgullo la forma en la que las calles fueron decoradas para la ultima coronación. La música, la comida, los juegos. Un deleite cultural dirigido a todos los representantes de distintas manadas que vendrían a celebrar. Y sacando la oportunidad de encontrar a tu mate, los invitados valoran en sí este importante momento para la raza.

Creo que no me equivoqué, porque a medida que me acercaba, incluso si una gigante muralla diseñada para la protección del lugar tapaba mi vista, los olores se filtraban en el aire junto con sonidos alegres y llenos de emoción, que a su vez aumentaban el miedo en mi interior.

Las grandes paredes que tantos años me transmitieron seguridad, hoy me intimidaban. Voluntariamente iba a ingresar a la "guarida del lobo".

Con todo ello -e ignorando mi yo cobarde que desesperadamente me susurraba que pegue la vuelta para jamás regresar estacioné y fui recibido por cinco guardias. Cuatro en su forma lobuna; el último, en la humanoide.

-Nombre y motivo de su llegada -él no me estaba mirando.

-Señor... -le dijo otro de ellos, descuidadamente usando el link general de la manada en lugar del privado, me miró con la cabeza gacha.

-¿Qué? -respondió mentalmente.

-Es "él", señor.

El guardia, confundido por el enunciado, alzó su rostro por primera vez.

Lo admito: una sonrisa de superioridad se apoderó de mí al ver el temor reflejado en él.

-Joven Beomgyu, me disculpo por mi falta de tacto.

-Deben estar siempre atentos. Incluso si solo abren la puerta, su trabajo es fundamental para la seguridad de la manada, ¿entendido?

-P...por supuesto, joven; no volverá a repetirse...

Mi título de nacimiento me autoriza a castigarlos por sus falencias, y lo saben. No por nada los intimidantes guardias que hasta hace unos instantes jugaban a las cartas y comían snacks, ahora se muestran sumisos y temblorosos. Y no es para menos: mi padre se enterará de esto más tarde.

-Espero que no. Ahora, ¿puedo pasar?

-Por supuesto que sí.

Ellos se hicieron a un lado y yo seguí mi camino. Desde joven he sido respetado por los demás miembros de la manada. Mi madre es una de las mejores guerreras, mi padre es el actual beta, y yo soy un beta entrenado para liderar desde la cuna. Aun cuando fui rechazado, ese respeto no se perdió. Al contrario: las demás personas sabían lo fuerte que era incluso antes de esa noche.

-Joven... -uno de ellos, el más joven del grupo, interrumpió mi avance- Disculpe que siga molestándolo, pero teníamos órdenes específicas de llevarlo junto al futuro alfa en cuanto llegase.

Ahora el desconcertado soy yo. ¿Yeonjun llamó por mí? Pensándolo en retrospectiva, no suena tan loco. Eventualmente nos tendremos que dirigir la palabra, quizás hacerlo ahora me libre de futuras e incómodas situaciones. Digo, es mejor confrontar la imagen de ver a mi alma gemela siendo feliz con otra cuando el evento aún no comenzó, que en el medio del altar rodeado de cientos de lobos.

Rechazo(Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora