Rechazo(Yeongyu)

Capítulo 25

Beomgyu

Parado frente a todos, mi pulso temblaba por las miradas fijas de todos los presentes que de la nada se callaron y atentos esperaban que hablase.

-Maestro, usted puede.

La voz de Aron alentándome en mi cabeza ayudó a centrarme. Soy capaz de manejar una crisis, ya lo he hecho con el ataque al hospital. Tan solo debo darle el control a mi luna interna y permitir que el instinto me guíe. Porque para esta manada, yo soy su líder y la única esperanza que les queda. Entonces al igual que la noche del incidente aclaré mi voz a medida que mis feromonas fueron soltadas lentamente. Sé que ellos aún sienten la pérdida de la madre de Yeonjun y que un nuevo aroma es confuso de aceptar. Pero quizás por la desesperación del momento ninguno se resistió a ser rodeado y consolado. Quiero transmitirles fuerza y empatía al mismo tiempo y mantener viva la chispa de venganza en cada uno, ya que lo requerimos para lo que se aproxima.

-Perdimos mucho. Familia, amigos, a nuestros líderes y hogares -elegí iniciar exponiendo los hechos con un tono de voz calmado. Lamentablemente esto aún no termina y me niego a que esos sacrificios sean en vano -levanté la cabeza y cambié mi postura a una más firme-. Por ellos, por nosotros y por los que vendrán a futuro -pensé en la prisionera- ¡soy Choi Beomgyu, beta y luna de la manada Dalion! Y por ello doy un paso al frente pidiéndoles que me acompañen a esta batalla y me dejen guiarlos a la victoria. Sé que es un momento de luto e incertidumbre, y que hasta ahora no soy merecedor de su lealtad, pero daré mi vida por cada uno de ustedes y a toda costa protegeré nuestro hogar. Mañana lloraremos a los caídos, ¡hoy los vengaremos!

De a poco la adrenalina se fue colando por el salón, la siento encenderse.

-Tengan presente todo lo que hemos sobrevivido, cada historia de nuestros predecesores y cuánto les tomó forjar esta manada. Mi manda, la fuerte, inteligente y la que siempre se ha caracterizado por la unión en la adversidad. Recae en nosotros esta vez continuar aquel legado. Yo voy a luchar, ¿ustedes?

Los guerreros sanos se formaron como los dignos miembros que son y junto a quienes resultaron heridos emitieron un grito de batalla con los brazos alzados. Su chispa se encendió y transmitió esa fuerza de voluntad que el resto necesita. Las lágrimas se siguen asomando por los ojos de muchos, pero ya no son iguales. Esa desesperación mutó en ira e impotencia que impulsa aquel deseo de no dejarse derrotar. No sé si es esperanza de que ganarán, pero de que defenderán su hogar no cabe duda.

-No hay tiempo que perder -golpeé el hierro caliente.- Los civiles y los heridos serán transportados al refugio de la manada. Los médicos: quiero dos grupos lo más preparados posible. Uno acompañará a los anteriores y el otro se quedará para ayudar en el campo, y que quede muy claro que tienen prohibido involucrarse en batalla. Conocen su lugar, limítense a curar tan rápido como puedan -asintieron. -Para los jóvenes de último año que aún no pasan por su primera transformación, en cambio-miré a Aron- es arriesgado de mi parte pedirles que peleen, pero conozco sus habilidades, los he visto y sé de qué son capaces.

-Lo haremos, luna.

El moreno dio un paso al frente representando al grupo, ninguno se opuso al escucharlo. Los chicos de entre dieciséis a dieciocho años se formaron junto a los experimentados guerreros y los dos grupos de médicos.

-El enfrentamiento directo para ustedes está prohibido -usé mi voz autoritaria con lo último. -Se encargarán de los arcos, quiero una lluvia de flechas que ni se compare con su ataque. Confío en que sabrán darles apenas osen pisar nuestro territorio. ¿Fui clara? -gritaron "sí, luna" al unísino- Aron, quedas a cargo de esta división.

Esperé su reacción, temo que por sus inseguridades decline el puesto ya que sé que está listo y de entre los de su generación realmente no conozco lo suficiente a ninguno como para saber de qué forma reaccionarán bajo presión. Sin embargo, él asintió decidido.