Beomgyu
Tengo entendido que, ni bien anuncié la victoria, caí rendida al igual que Yeonjun por toda la presión acumulada; y que fue Yeji quien se tomó la molestia de sujetarme y cargarme hasta el equipo médico que se desesperó por atenderme. Gracias a la diosa mis heridas no eran tan graves y el tiempo pondría cada cosa en su lugar siempre y cuando cumpliese con el tratamiento.
Tardé dos días en recuperar la consciencia y estar con mis energías renovadas para encarar la situación de posguerra. En ese período tanto mis padres como Felix se hicieron cargo de cuanto pudieron, pero la gente de la manada solo se relajó al verme de pie y caminando de un lado al otro.
Quince días después del ataque las cosas por fin tomaban forma. Costó mucho acostumbrarme mi nueva y ajetreada rutina. Sin embargo, cuento con el apoyo de mis amigos y de las manadas aliadas que cumplen con su palabra de apoyar a Dalion. Sus refuerzos no solo se encargaron de la parte médica, sino que colaboran en la limpieza y reconstrucción de los sectores afectados. Y sumado al puesto de Luna, resulta que tras la batalla la prisionera entró en labor de parto. Seguro que como su mate murió en dicho encuentro, su loba interior entró en desesperación forzando el nacimiento de la criatura. Es cruel de imaginar, más no me arrepiento de darle fin a su vida. Ella tomó una decisión, sabía lo que implicaba el contarnos aquellos planes a cambio de la seguridad de su cachorro. Eso no quita lo difícil de traicionar a tu compañero, ni todo el dolor tanto físico como emocional que causa en nuestra especie su pérdida. Muchos mueren de tristeza o enloquecen, ella fue del grupo de los primeros. No soportó el parto, y al enterarme decidí ir más allá de lo prometido y cederle un pequeño espacio en nuestro terreno para que su cuerpo descanse en paz.
Retomando, tengo a mi cargo toda una manada y a la pequeña prematura que me reconoce, gracias al vínculo cedido, como su figura materna. Ahora voy de un lado al otro con la joven Moa Dalion, a la que Tori reconoce como nuestra a causa del instinto de luna. Algo similar a Aron por así decir. Y hablando de este, se mantiene siempre a mi lado cargando con una exagerada pañalera a pesar de que las doctoras de Morax ya habían preparado y recetado todo lo que estrictamente necesita la pequeña.
Sacando las condiciones en que su madre llegó, por suerte Moa nació sana. Es una linda y fuerte omega que se pasa de brazo en brazo por todo aquel que se cruza. Punto positivo: permite que otros se encarguen mientras atiendo cosas que me requieren al cien por ciento.
Durante la mañana vigilo las reconstrucciones; al mediodía paso por la carpa médica para tranquilizar a los heridos con mi aroma; en la tarde discuto los planes a futuro con los alfas y líderes que decidieron quedarse y en la tarde noche visito a Yeonjun. Mi compañero sigue en coma y todos los especialistas que se acercaron a chequear su estado llegan a la misma conclusión: depende de él. Mi presencia lo relaja a medida que por naturaleza sus heridas físicas van sanando. Su problema va más allá y me entristece saberlo. Lo único que me queda es continuar asistiendo con la esperanza de que pronto abrirá sus ojos y que todas las cosas que le voy contando sobre el día a día fomenten su voluntad por volver. Soy una luna ahora, sé el esfuerzo que todos en la manada ponen en pos del progreso. Pero su alfa les falta. Él no estuvo ahí para la sencilla e improvisada ceremonia que apenas desperté se efectuó a nombre de los caídos. Y a pesar que prometí que luego los honraremos de la forma en que verdaderamente lo merecen, afecta.
No dejo de pensarlo, sobre todo en momentos como este, en que la noche cae y de nuevo camino por los pasillos yendo a su habitación. Los guardias se inclinan al verme pasar; y los que custodian la puerta, quizás por respeto a la privacidad, me dejan el paso libre y se retiran por completo. Todos ya saben, y espero desde lo más profundo de mi corazón que este recorrido no se transforme en una rutina que identifiquen y normalicen.
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Rechazo(Yeongyu)
RomanceDos años después de ser rechazado por su mate y abandonar su manada, Choi Beomgyu se ve obligado a volver para un gran evento . Es fácil, solo tendrá que aguantar dos semanas, ¿Qué tan difícil podría ser? Solo dos semanas, conviviendo con su mate ...