Capítulo 23 parte 2

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Beomgyu

De la nada, todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas y mis piernas temblaron hasta ya no poder sostener mi cuerpo. Me desplomé a causa del insoportable dolor en mi cabeza y pecho y sé que alguien me atajó llamándome con desesperación. Sin embargo, su voz sonaba tan distante y aunque quise concentrarme para calmarlo segundo a segundo la agonía aumentaba. Una mezcla entre un ataque de pánico que me impedía respirar y la desesperación de mi loba angustiada. El inexplicable frenesí impulsaba a Tori a perder el control para defendernos de lo que sea que nos provocó tal estado. Y aunque siento las feromonas de la otra parte intentando calmarnos. Me siento agobiado. Por reflejo empecé a forcejar con quien me sujetaba. Quiero correr, huir. Pero no me soltó, sino que presionó el doble soportando que le clave mis uñas. Y justo cuando mis colmillos empezaron a picar dispuestos a morder, él se acercó hasta mi oído diciendo "no importa lo que hagas, no pienso soltarte, estoy para ti". Reconocí la voz de Elian. Tori también, y aprovechamos ese pequeño momento de lucidez para dejar de oponer resistencia y centrarnos en el cálido y protector aroma de mi ahora compañero aferrándonos para no ser presas de aquel ataque.

Entonces la puerta empezó a ser golpeada con desesperación hasta que fue derribada y de la impresión abrí mis ojos. Temblando en brazos del mayor vi cómo la familiar imagen del ente se acercó con un aura muy peligrosa que empeoró mi situación.

-Cachorro...

Susurré inconscientemente y los dos machos se tensaron.

-Suéltelo... ¡Suélta a mi maestro!

Aron le gruñó a Elian. No lo entiendo, ¿Estamos en peligro? ¿Por qué mi pequeño se asusta?

-No sé qué le sucede.

La dulzura y paz de la alcoba se tornaba amarga. Necesito ir con mi cachorro, protegerlo y consolarlo. Estamos con Elian, no debe temer. No entendía qué sucedía, pero no quiero que estas dos personas peleen y mucho menos que mi niño sea tocado. De alguna forma, ni idea de cómo, mi posición cambió. Creo que me tiré por completo sobre Aron, Elian no me frenó. Y ya siendo recibido por sus brazos lo envolví por completo. Tan concentrado en calmarlo que yo mismo recuperé de a poco mi conciencia. Sigo algo nublado, y llevó no sé si segundos, minutos y hasta horas, pero ordené mis pensamientos.

Con cuidado me separé de Aron, y aguardé unos segundos para cerciorar que mi cuerpo era capaz de mantenerse a si mismo. Todo bajo la preocupada mirada del par. Sobre todo la del más joven que continuaba a la defensiva del alfa.

-Maestro, ¿qué sucedió?

Miré al moreno intentado encontrar las palabras adecuadas para comunicarle lo que creo, es una terrible noticia. Y ahí noté que probablemente también lo sintió, solo que a un grado inferior que fue sobrepasado por su instinto protector hacia mí. Entre mi crisis, que no haya alcanzado la adultez y la distancia, es obvio que no interprete bien la situación.

Con pesar llevé mi mano a mi broche y luego lo apreté con fuerza contra mi pecho.

-La manada peligra -fui directo. -No lo sé con exactitud, pero debo ir.

Los dos se congelaron por mis palabras. Elian al ser un líder tiene experiencia en lo que a esto respecta. De inmediato recobró la compostura y me miró de una forma que me hizo copiar su acción. Más allá de la preocupación, soy una luna. Mi instinto por proteger a los míos encendió una llama en mi interior. Tengo permitido recaer luego, pero no ahora. Primero daré hasta la última gota de sangre que recorre mis venas para llegar y destruir a quienes osaron irrumpir mi territorio. Aron apretó los puños con fuerza, pero no se tiró para atrás ni cuestionó nada. Me siguió en silencio al salir del lugar y se subió sobre Tori apenas nos transformamos. Tori casi ni le dio tiempo para sujetarse esta vez, la impaciencia por salir corriendo y llegar a Dalion la superaba.

Rechazo(Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora