Capítulo 12

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Beomgyu

Hoy comienzan los entrenamientos, lo que significa que de forma amistosa los representantes de las manadas, como así también sus acompañantes, competiremos a lo largo del día para crear alianzas y demostrar poder. De paso también se da la oportunidad de conocer técnicas nuevas y, en caso de que sea oportuno, todos los participantes tienen luego derecho a solicitar una pasantía con la manada deseada. Un claro ejemplo fue el de Yeji, la cual, si bien domina el estilo de batalla de Oldiver, prefirió pasar casi toda su formación en Dalion.

Gracias a ello es que tenemos la seguridad de que Elian no nos atacará. Y lo mismo con muchos de los presentes si tratamos bien a los suyos; por honor y respeto aseguramos la paz. A simple vista solo se entrena, pero por detrás los altos mandos analizan cada mínimo detalle desde su carpa personal ubicada en una zona apartada. Y por lo mismo mi padre, como actual beta que debe dirigir dicho evento, ha tenido que calmarse y controlar a su lobo. Al igual que mi madre, al igual que yo.

Sin Aron presente, me abruman los nervios y las miradas de ciertas personas fijas en mí. Y no hablo de mis seres cercanos que se preocupan, sino de todos los chismosos que se pasaban mi nombre de boca en boca ayer. Tanto por mi protegido como por la noticia de que rechacé el tan codiciado título de beta. Por lo visto, es muy difícil creer que no me interesa y que prefiero viajar por el mundo. En su lugar piensan que fui destituido, por débil o incompetente. De ser por mí, que crean aquello; lástima que no es tan simple. Con buena intención quienes me conocían saltaron a defenderme alegando mi fuerza y grandes habilidades. Y heme aquí, diosa Luna, como el chisme jugoso del evento que nadie quiere perder.

Sacando eso, la primera parte del entrenamiento consistía en practicar con compañeros al azar e ir rotando cada quince minutos. Yo intenté no utilizar mucho mi brazo lastimado, y si bien esto podría ser una desventaja, o dejarme como un egocéntrico, preferí hacerlo antes de que vieran mi debilidad. No necesitaba de ambos brazos para poder derrotar a los contrincantes; solo mantenerme tranquilo y atento. Mi madre me entrenó para siempre seguir adelante, y esta no es la excepción.

Dos horas después se decidió tomar el primer descanso. En mi forma normal mi cuerpo ya hubiera empezado a pasar factura; sin embargo, los dones de la luna aumentaban todas mis habilidades físicas. Soy más rápido, más fuerte, más letal y preciso. Aunque es un arma de doble filo. De excederme corro el riesgo de que un simple desliz tire abajo mi fachada. Y mi mayor amenaza es ese dichoso Alfa con cuya mirada choqué varias veces. ¿Qué esperaba? ¿Qué miraba?

Fui a tomar agua para refrescarme y salir del campo visual. Inútil, porque en menos de dos minutos un par de guardias vinieron a buscarme por petición de la carpa principal. En ella avancé lo justo y necesario, en silencio y con la cabeza gacha hasta que mi alfa diera más indicaciones.

-Puedes presentarte -dijo, y levanté entonces mi postura, tomando una más firme, aunque tranquila.

-Mi nombre es Choi Beomgyu, Beta e hijo de Braham y Helena Choi -continuando con el protocolo, me reverencié.

-Choi Beomgyu-uno de los visitantes tomó la palabra, -creo que todos estarán de acuerdo si digo que tu inusual forma de batalla despertó nuestro interés.

¿Eso qué significa? ¿Me descubrieron?

-Una hazaña impresionante. Escuché los rumores de que el primogénito del actual beta era excepcional, y sin embargo rompiste todas las expectativas.

Miré entonces a mis líderes, esperando el permiso que con un asentimiento me dieron.

-Le agradezco sus palabras, mi señor. Más solo cumplo con las expectativas de mi manada.

Rechazo(Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora