𝑀𝑖 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐸𝑠𝑝𝑜𝑠𝑜

7•

—¡Zoroo tenemos que llevarnos esee!— gritó con una gran emoción Luffy, en cuanto sus ojos se encontraron con algo único, Zoro no entendía el por que del entusiasmo hasta que lo observó con sus ojos.

Eran unas pequeñas, casi diminutas chanclitas cafés de tela, con material suave para no dañar la piel del bebé.

—Tómalas mi vida— indicó dejándole un beso en su mejilla y soltándole de la mano para comenzar a alejarse— ¿Por qué no buscas otro par de zapatitos y unas calcetas también? yo iré a...al baño— 

—¡Voy a elegir los mejores!— Zoro asintió y termino de alejarse un poco de la sección de bebés para revisar unas prendas que había visto de reojo cuando ingresó a la tienda.

—Éste esta bien para Lu...— murmuró al sostener una playera, elegir la talla correcta no era complicado, después de todo, conocía a la perfección el cuerpo de su esposo.

Con cuidado de no ser visto, se dirigió a la caja para poder pagar, el encargado supuso que esa compra era una sorpresa, así que sello la bolsa para que el contenido no se revelara fácilmente, Zoro le dio las gracias y regreso junto al monito, quien se había pasado al elegir demasiadas cosas.

—Luffy estoy seguro que el bebé no va a necesitar botas de lluvia...— 

—Pero va a juego con este impermeable amarillo Amooor— reprochó Luffy mostrándole el bonito atuendo.

—Lo sé, pero es demasiado grande, pasaría algunos años hasta que lo estrene — más la carita de decepción del pelinegro hizo que Zoro suspirara —Llévalo Lu, cuando crezca seguro que lo usa—

—Sabía que a ti también te había gustado shishishi—

—Por supuesto que me gusta— ambos eran los padres, así que lo que Luffy quisiera comprar ¿no se discutía? —Oi ¿qué es esto?...— preguntó enarcando una ceja al notar algo grande entre las cosas elegidas.

—¡Una almohada en forma de carne! —

[...]

—Amor....— llamó Luffy a Zoro, quien estaba sentado a su lado.

—¿Si?—

—No crees... ¿Qué compramos demasiado?— Entonces el peliverde se quedo analizando todo lo que estaba esparcido por la sala, desde ropita, baberos, gorritos, zapatos hasta algunos juguetes
—Necesitaremos una caja muy grande para meter todo, y mucha pero mucha envoltura de regalo— pronunció divertido al recordar que a ninguno de los dos se le daba bien eso de envolver regalos.

—No te preocupes Lu, no será necesario— afirmó el mayor antes le levantarse del sofá, aún había una bolsa que no estaba abierta —Esto es para ti Amor— exclamó haciendo entrega del regalo, Luffy lo tomo emocionado, todo lo que viniera de Zoro le encantaba.

—Muchas gracias Amor no debiste— más de la nada su sonrisa se cambio por una mueca de confusión total  —Amm... creo que te equivocaste Zo— era una bonita playera negra con algunas letras y dibujitos azules y rosas pero,  no es como si él pudiera usarla.

—Mmm... no lo creo Lu, déjame ver— y tomando la prenda con sus manos, le retiró primero la camisa que ya portaba el menor, a Luffy le extraño esto, pero se dejo ser.

Con ayuda del azabache y sin mucha dificultad, éste termino portando el regalo de Zoro.

—¿Ves que no me equivoque Amor? Es justo de tu talla— pero Luffy seguía confundido.

—Si me queda Zo, pero yo me refería a que te equivocaste con lo que dice aquí — dijo señalando su pecho, el peliverde solo le veía con una inmensa sonrisa, pensando en lo guapo que se vería su esposo cargando a un bebé pelinegro, una mini versión de él.

—Por qué no lees lo que dice— sugirió a lo que Luffy aceptó.

—¿Eh? Mph está bien—  bajó un poco la vista hacia su cuerpo, y pronunció unas cuantas palabras en voz alta —Futuro Papá...— además de unas manitas y piecitos pequeños adornando el fondo —Ésta playera también es para regalarla junto a las demás cosas, ¿no Amor?—

—Ven— indicó el peliverde halando de la mano de Luffy para que se pusiese de pie, entonces rodeo su cuello con sus brazos y Luffy le abrazó por la cintura —Todo esto que ves aquí, no es para Ussop, Nami o para cualquiera que te hallas imaginado—

—¿De verdad?—

—Todo esto.... es para el pequeño que esta aquí— y de pronto su cerebro estaba haciendo corto circuito, Zoro había llevado una de sus manos hasta su estomago, o vientre mejor dicho
—Lo que dice tu playera es solo la verdad Luffy... estoy embarazado—

No sabe cuanto tiempo le tomó, esa noticia le había llegado como un gancho al hígado, dejándolo en shock por un buen rato. Las palabras 'estoy embarazado' resonaron en su mente sin cesar, trayendo consigo oleadas de felicidad abrumadora.

—¡Zorooo!—  gritó una vez de regreso en este mundo, con los ojos llorosos y una sonrisa de pura alegría  —¡Estás embarazado! ¡Vamos a tener un bebé! y.... y ¡Voy a ser papá!—

Sin poder contenerse por más tiempo, el pelinegro abrazó con fuerza a Zoro, levantándolo del suelo y dejando que las lágrimas de felicidad rodaran por sus mejillas. Su corazón latía a más no poder, jurando que podría morir de felicidad.

—¡Zoro no puedo creerlo!— continuó Luffy con su voz llena de entusiasmo —Seremos padres, ¡y estoy tan, tan feliz mi Amor!—

Entonces comenzó a reír y llorar al mismo tiempo. Su alma estaba sumergida en plena felicidad, el peliverde se hallaba de la misma forma, soltando unas cuantas lágrimas por ver al azabache tan feliz, ambos compartiendo una indescriptible alegría...

—Zo-Zorooo prometo-prometo que... ¡¡Voy a ser el mejor esposo y papá del mundo!!—

—Ya eres el mejor esposo Amor, estoy seguro que también serás el mejor papá...— murmuró suavemente mientras acariciaba la cabeza de su pareja, que ya llevaba como dos horas llorando y derramando mocos sobre su regazo —Sin duda tu serás el mejor...—

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