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Si vamos de compras... ¿Por qué demonios nos detuvimos en una cafetería?

¿Qué? ¿De verdad te estas quejando Zoro? Porque yo te veo muy feliz comiendo toda esa montaña de azúcar

Una rebana de cheesecake de fresa, brownies con helado de chocolate y un batido de vainilla y caramelo, tan solo ver todos esos postres, provocaba que su estómago doliese, lo entendería de Luffy, pero, ver a Zoro, ¿comiendo eso?

¿Desde cuando a ti te gusta lo dulce? Pensé que los postres eran demasiado empalagosos para ti— claramente ella ya suponía él por que, pero quería ver que respuesta le daba el peliverde.

No lo sé, solo se me antojo y ya— dijo sin darle mucha importancia y siguió con su comida, si así se le podía llamar.

Luffy me contó que tienes muchos cambios de humor también, ¿tienen muchas discusiones últimamente?

No quiero hablar de eso ahora, déjame comer en paz— declaró en un tono serio, no le gustaba el hecho de que su esposo le hubiese contado eso a la pelinaranja, después de todo, era un problema entre ellos dos y nadie más.

Tranquilo Zoro, solo quiero ayudar— más el peliverde rodó los ojos, cosa que disgusto a Nami, pero prefirió seguir con su interrogatorio/charla entre amigos —Hoy te vi muy cariñoso con Luffy, dice que a veces sueles comportarte así de la nada

¿Y eso qué tiene de malo? Es mi esposo, ¿que acaso no puedo demostrarle cuanto lo amo?— contestó de manera neutra, bajando su vista a sus postres que estaba por terminar.

La chica le dio un sorbo a su bebida, cuando se trataba de ese par de idiotas, había que tener mucha, pero mucha paciencia —Todo esto inicio hace poco ¿no?

¿A donde quieres llegar con eso?— preguntó ya cansado de la intromisión en su vida                    —Escucha bruja, es simplemente el estrés, el trabajo suele ser pesado, y... creo, creo que terminó desquitándome con Luffy, ¿eso querías escuchar? ¿Que soy un terrible esposo? ¿Una mierda de pareja?

No, eres es un idiota bipolar, y estúpido, eso es lo que eres Zoro— Acusó Nami cuando vio que su amigo ya estaba con los ojos cristalinos, Luffy no estaba exagerando cuando le contó todo eso.

Gracias, no sabes lo bien que me hacen sentir tus insultos— Recordando que había más gente a su alrededor, pasó su antebrazo por la cara, regresando a su actitud habitual.

Nami quería golpearse contra la mesa, pero en cambio, tomó aire para recobrar un poco de la paciencia que ya había perdido, o más bien, que su amigo ya se había terminado.

Dios... cuando según tu, ese 'estrés' se vea reflejado en tu barriga, ¡Entonces quiero ver tu cara Zoro!

¿Dé que demonios hablas bruja? Deberías ir al médico a revisar esa cabeza tuya— comentó mientras masticaba el ultimó pedazo de brownie, saboreando una explosión de chocolate en su boca —Recuérdame pedir más de estos, a Luffy le va a encantar

Aah...— suspiró rendida, para que lo entendiese tendría que decírselo así, directo, sin anestesia —Abre tus ojos Monkey D. Zoro, ¡Estás embarazado! ¡¿Cómo demonios quieres que te lo expliqué?!— pero el omega continuó masticando tranquilamente hasta pasar su bocado, entonces habló.

No digas tonterías bruja, mejor ten más cuidado y revisa que el Ero-cook no te este dando polvos mágicos en tu comida

Estoy cansada de tener amigos tan tontos como ustedes— murmuró casi a lágrimas al ser tachada de loca, lamentándose no poder hacer buenas amistades —Tienes varios síntomas Zoro, y no sé por qué, pero estoy casi 100% segura de que tú y Luffy, cogen como ninfómanos, así que dame una sola razón para no suponer que hay un mini Luffy junior en camino

𝑀𝑖 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐸𝑠𝑝𝑜𝑠𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora