—Bienvenidos, ¿qué servicios les gustaría tomar?, déjenme mencionarles que tenemos promoción en masajes relajantes con aromaterapia y tratamientos faciales—
—Gracias, pero creo que elegiremos un baño de barro y masajes con piedras calientes, ¿verdad Zoro?—
—Algo me decía que no debía ir contigo sin saber a dónde...— murmuró el peliverde dándose la vuelva para marcharse al escuchar lo que su amiga quería obligarle a hacer.
—Vamos, solo bromeaba— dijo ella sujetándolo del brazo para evitar que la abandonara, y después miró a la recepcionista —Empezaremos con mascarillas faciales, y luego podemos seguimos con esos masajes que nos menciono, a y también me interesan los servicios de manicure, pedicure, baños con sales minerales......—
—"¿Por que tuve que salir de casa?"—
Cuando por fin Nami terminó de nombrar todo lo que deseaba, la señorita los guío a través del lugar, el cual tenía un aroma reconfortante a aceites naturales.
—¿Planeas pasar todo el día aquí? Estas loca si crees que yo voy a hacerlo—
—Zoro, has tenido demasiadas cosas en la cabeza, un día despejándote de todo eso, ¿sería increíble no lo crees?—
—No, no lo creo— negó él con el ceño fruncido.
—Túu, pensé que te aburrias de estar en casa—
—Esto es más aburrido—
—Dices eso por que nunca has estado en un spa, verás que luego del primer masaje no querrás irte— Zoro iba a reprochar y alegar, quizá inventar alguna excusa para largarse, más la empleada los interrumpió. Al parecer habían llegado a un cuarto con vestidores, allí la chica les entregó un albornoz blanco y les indicó que se cambiasen.
—¿Cuanto va a tardar esto?— se quejó una vez más dentro del cubículo mientras se deshacía de su ropa.
—Ya te dije, probaremos todo, tu solo encárgate de relajarte y deja de ser un amargado, dios, espero que mi sobrino no salga con tu lindo carácter— a lo cual recibió un quejido de inconformidad—Zoro... la última vez cortaste la llamada, si quieres hablar de lo que paso, te escucharé, y si no quieres contarme, esta bien, solo no quiero que te la pases encerrado, por que entre más tiempo de embarazo tengas, no podrás salir tan seguido—
—Tú vas a pagar todo— mencionó con cizaña, escuchando un largo suspiro y después un "Sí" no muy seguro.
—"Debo avisarle a Luffy, después de todo no le dije que saldría, más por que no sabía que la bruja aparecería de la nada"— se dijo a sí mismo para sacar su celular.
Amor❤️
<Lu, estoy con la bruja>
<Puede que llegue tarde a casa>
<Oh salúdame a Nami>
<Y si te sientes cansado, llámame, estaré al pendiente de mi teléfono>
<Avísame cuando tenga que recogerte Amor>
<ok Lu🖤>
<❤❤❤❤❤>
Zoro sonrío ante la pronta respuesta de su esposo, sabía que Luffy recientemente había asignado con un tono especial a su chat, ahora que ya no estaban juntos todo el tiempo, ya sea por alguna emergencia o para no ignorarle nunca si se trataba de él.