El banquete estaba en pleno apogeo, con mesas elegantemente decoradas y una deliciosa comida que deleitaba a los invitados.
La música de fondo creaba un ambiente animado y todos los presentes disfrutaban de la compañía de amigos cercanos.
El peliverde observaba con una sonrisa en los labios a la hermosa nena de casi dos años, que dormía en su regazó plácidamente, mientras él le acariciaba con cuidado sus bonitos risos negros.
—Nami-san se ve realmente hermosa— comentó Kaya viendo como la pelinaranja finalizaba el baile con el novio y ambos abandonaban la pista entre aplausos para sentarse en su respectiva mesa principal, mostrando una inmensa felicidad por el inicio de su matrimonio.
—Su vestido realza muy bien su figura, pero lo más bello es su sonrisa y sus ojos llenos de alegría— añadió Robin antes de desviar la vista de los novios para comenzar a buscar a su hijo.
No demoró casi nada al ver al pequeño castaño de casi siete años, cerca de la mesa en que ellos estaban, al parecer estaba observando las flores del jardín junto a su amiguita.
—Lo único que arruina todo, es la cara de idiota que tiene el cocinero, se ve ridículo con esos tapones en la nariz— comentó Zoro mirando hacia los lados, buscando a su pareja, pues hace ya un buen rato que había ido al baño.
—Apuesto a que son para que no manche su Super traje— exclamó Franky levantando la mano para que su hijo lo notara.
—Si no los tuviera puesto, parecería un asesino en serie con ese traje blanco—
—Tus comentarios siguen dándome escalofríos Robin— pronunció Ussop levantándose para llamar a los niños—Amaya, Chopper, vengan a comer— recibiendo un "Si papi" por parte de la niña, para luego ver como está tomaba de la mano a Chopper para llevarlo consigo, diciéndole que comerían la comida del tío Sanji, a los presentes en la mesa, se les derritió el corazón.
—Por cierto Zoro, ¿has tenido antojos?— preguntó Robin, mientras Franky se encargaba de sentar a su hijo junto a ellos y entregarle un pequeño plato con comida.
El peliverde suspiro cansado antes de contestar —Creo que el helado con mostaza es lo más raro que he comido— confesó con algo de pena.
—Yo no digo nada, que a Kaya una vez se le ocurrió echarle chocolate y derretido y fresas a unos burritos, lo peor fue que me comí uno sin darme cuenta— exclamó Ussop sacando la lengua al recordar el sabor, su esposa simplemente río un poco.
—Que yo recuerde, lo único 'raro' por así decirlo, que vi comiendo a mi Super esposa, fueron unos sándwiches de fruta con bastante mayonesa—
—Era delicioso, debiste probarlo Franky— declaró la pelinegra cuidando de que su hijo comiera las verduras también.
—Y... ustedes no llegaron a sentirse molestas... me refiero a sentir algo de enojo sin ningún motivo aparente con ellos— preguntó el peliverde señalando con los ojos al peliazul y al moreno.
—Claro que si, una vez Franky uso una camisa de flores negras y comencé a llorar y después lo regañe por ponerse algo que me hizo sentir mal— comentó Robin con gracia.
—Me dijo que esas flores se parecían a las que colocaron en el funeral de su abuelo, así que tuve que botarla a la basura, y era una de mis favoritas, aunque al día siguiente me pidió disculpas y me regalo una camisa idéntica pero color rosa jajaja— río Franky quien aún conservaba aquella prenda con mucho amor.
—Yo solo sentí mis emociones un poco descontroladas en el embarazo de Amaya, con Isabella todo fue más tranquilo—
—Una vez me tocó dormir en el sofá una semana solo por que roncaba muy fuerte, ¡y yo ni siquiera ronco!— a lo que los demás rieron, recordando los lindos momentos que pasaron con sus respectivas parejas.