Relación secreta.

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Una vez que Marinette se calmó y volvió a la realidad del momento presente, se separó de Félix con rapidez y comenzó a negar con la cabeza. Se veía muy alterada, eso solo preocupó aún más al rubio.

—Este es mi mayor secreto, nadie lo sabe... —dijo con un tono de voz suave.

—Y yo no se lo diré a nadie, Marinette, es una promesa —aseguró Félix —. Sabes que puedes confiar en mí, jamás te fallaría —quería que ella creyera en eso —. Tampoco es malo que los demás lo sepan, es...

—¿No es malo? Félix, nadie me considera, soy una chica invisible. ¿Tú crees que si lo saben van a empezar a incluirme o hablarme? Claro que no, solo sentirían lástima por mí o tendrían más motivos para burlarse de mí —Marinette suspiró. Félix cada vez podía entender un poco más a la azabache, ella tenía evidentes problemas de autoestima —. Prefiero que mi depresión y yo sigamos teniendo una relación secreta.

—Seguirá siendo un secreto, porque es algo tuyo y yo lo respeto, nadie te puede obligar a contárselo a nadie —le aseguró el rubio. Ambos asintieron.

Después de eso, Félix acompañó a Marinette a su habitación y ambos se despidieron.

—Nos vemos el lunes —fue lo último que dijo Félix antes de irse.

Marinette se mantuvo un tanto pensativa ante eso. ¿Se verían el lunes?

Ella en ningún momento de la conversación le contó que había pensado en congelar, en que no quería volver a clases.

—¿Volverás, Marinette? —le preguntó Tikki.

—No lo sé... —admitió Marinette. Esa respuesta hizo que la Kwami sonriera, Félix había ayudado a Marinette a recapacitar, ese era un gran avance.

*

Una vez en casa, Adrien y Amelie llenaron a Félix de preguntas.

—¡Tía, está sonriendo! ¡Quizás ya son novios! —exclamó Adrien, porque sabía que eso molestaría a su querido primo. Félix rodó los ojos.

—¡Quizás tienen una relación secreta! —exclamó Amelie siguiendo el juego.

—Somos tú familia, ¡esas cosas se cuentan! —Adrien iba a golpear el hombro de su primo, pero Félix fue más rápido y sujetó su mano en el aire.

—Marinette y yo no somos novios —ambos suspiraron decepcionados, realmente comenzaban a ilusionarse con la idea de que fueran novios, sentían que se veían bien juntos —. Pero pudimos hablar y aclarar las cosas, por lo que ya estamos bien —les contó —. No les puedo decir más, solo que ella está bien —y de ese modo, subió a su habitación.

—¡Tienen secretos entre ellos! —exclamó Adrien —, supongo que en cualquier momento se convertirán en novios.

—Mi niño nunca me había guardado secretos, está creciendo... —Amelie sollozó. Adrien acarició la espalda de su tía con ternura.

*

Félix en su habitación pensaba en que no fue del todo sincero con Marinette, porque aún no le contaba la verdad respecto a su origen. Eso lo asustaba un poco: ¿cómo le cuentas a alguien que no eres como los demás? Es una larga historia y un tanto complicada... ¿Marinette lo entendería...?

*

El lunes finalmente llegó. Félix esperaba ver a Marinette entrar, pero ella no llegaba.

—Espero verla —le dijo Alya —. Me gustaría que podamos ser buenas amigas, ella debe ser muy especial si alguien como tú se preocupa tanto por ella —de ese modo, Alya fue al salón de clases.

Félix la esperó un poco más y cuando sintió que Marinette no llegaría, estuvo a punto de entrar al salón de clases, pero justo en ese momento, ¡ella apareció!, Félix la vio y se acercó corriendo a ella.

—Por un momento pensé que no vendrías —le dijo —. ¿Estás bien?

—Bien —respondió sonriendo. Félix la conocía bien y pudo notar que esa era una sonrisa nerviosa, algo le preocupaba, quizás su vuelta a clases —. ¿Qué tal tú?

—Bien —"feliz de verte", quiso responder, pero se contuvo.

En cuanto entraron al salón, Marinette fue recibida por Adrien y Alya, ellos se alegraron mucho de verla y la saludaron de modo entusiasmado. Ella se sorprendió mucho y también se alegró, antes nadie se alegraba de verla, incluso sintió fuertes deseos de llorar, pero supo contenerse.

Una vez que el recreo llegó, Alya se juntó con ella, pero para sorpresa de Marinette, los primos y Nino también. Por alguna razón, comenzaron a hablar sobre noviazgos. Ninguno de ellos ha tenido una relación aún.

—Yo sentía mucha vergüenza, porque conozco a personas de nuestra edad que sí han tenido novios —confesó Nino.

—¿Sentir vergüenza por no tener novio? ¡No digas tonterías, Nino! —respondió Alya.

—Es mi forma de pensar —se defendió —. Siento que tener novia debe ser algo lindo.

—Cuando lo quieren contar —Adrien miró fijamente a Félix —. A veces uno tiene relaciones secretas —Félix rodó los ojos.

Marinette se tensó un poco. ¿Relaciones secretas? Ella decía que su relación secreta era con la depresión. ¿Acaso Félix le contó su secreto a Adrien? Pero... él había dicho que podía confiar en él.

—Adrien, deja de ver tantas películas —le respondió con tono serio. Adrien rió, eso calmó los pensamientos de la azabache, que siempre pensaba lo peor —. Sinceramente, yo nunca tendría una relación secreta, el día que tenga novia, quiero que todos lo sepan, porque una novia no debe ser escondida.

Cuando dijo eso, miró fijamente a Marinette, razón por la que ella se sonrojó y tuvo que apartar su mirada.

—Nunca imaginé que alguien que yo catalogaba como un completo idiota podría decir cosas tan lindas —dijo Alya.

—Las apariencias engañan, Alya.

"Es cierto", pensó Marinette.

Tengo un esguince en un dedo, pero de todas formas tenía ganas de escribir este fanfic, les juro que me relaja mucho y me despeja de las tareas y pruebas, jajaja. ¡Odio las clases online! Y el lunes toca la última (ojalá sea así, porque me tienen harta, ¡jamás me toca participar!, siento que solo escucho y eso me estresa) XD

Otro día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora