Vestirse.

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Ahora que Félix sabía la verdadera identidad de Marinette, no podía dejar de darle vueltas al asunto. No dejaba de recfiminarse lo mal que había tratado a la azabache, sentía que había sido muy cruel con ella.

—No le diré nada, porque esto debe ser un secreto —dijo el rubio —. Seguiré siendo un superhéroe, porque no me quiero alejar de ella.

«Cambiaste, ya no eres tan amargado como antes», pensaba Plagg. Aunque también tenía sus inquietudes, ¿qué pasaría con Tikki? ¿debería decirle algo o esperar a que ella se entere sola?

—Después de todo soy un maestro de la actuación, Marinette no se dará cuenta de que conozco su verdadera identidad —Félix se sentía muy seguro de sus palabras y de sus dotes de actuación —. Incluso haré un cambio en mi vestuario hoy —sonrió al pensar en eso, porque sabía que a Marinette le gustaría ver ese cambio.

*

A la mañana siguiente, ambos chicos tuvieron la misma idea al vestirse, porque se pusieron las gorras que compraron el día anterior.

Marinette se sentía algo nerviosa y no tenía ganas de ver a Félix, aunque al mismo tiempo sí quería hacerlo. Aún le sorprendía saber que Félix tenía sentimientos por ella y que estuviera dispuesto a esperarla. ¿Qué chico hacía eso? Realmente era muy amable y lindo.

—¡Le gustó, Tikki! —exclamó la azabache mientras terminaba de arreglarse —, incluso me regaló está linda gorra —no dejaba de observarse en el espejo, como si no pudiera creer lo que veía. Sonreía, realmente sentía que estaba viviendo un sueño.

Mientras Félix se seguía sintiendo algo confundido.

*

—Marinette/Félix... —ambos se saludaron apenas se toparon, fue al unisono. Sonrieron un tanto nerviosos, después de esa declaración (y de descubrir la verdad), era imposible no sentir nervios.

Ignoraron lo que sucedió el día anterior y hablaron como si nada.

—Me cuesta creer que no están juntos aún... —susurró Adrien —, mi primo por lo menos tuvo la valentía de declarar sus sentimientos.

—Cuando una chica es tímida, no dirá que sí enseguida, pero pasará pronto —respondió Alya mientras sonreía. Ella sabía de lo que hablaba o eso sentía.

*

Como era costumbre, durante la clase estuvieron juntos y en el recreo también. Aunque seguían sin tocar el tema.

*

Ocurrió una akumatización, por lo que ambos se tuvieron que transformar y combatir contra el villano. Está vez fue diferente, Ladybug lo notó enseguida, por alguna razón que ella desconocía, el felino la observaba de un modo distinto, era raro, ella se sintió un tanto incómoda, pero no mencionó nada, de por sí ese Gatito le parecía raro aunque no la mirara.

«No puedo creer que no lo noté antes...», pensaba el rubio. Seguía viéndola y comparándola con su otra versión.

Y decidió hablar sobre el tema que no salía de su cabeza, porque quería mencionarlo y no había otra persona con quien pudiese hablar de ello.

—¿No has pensado que quizás el verdadero villano está más cerca de lo que pensamos? —le preguntó.

—No. ¿Por qué crees eso? —preguntó ella sorprendida, no pudo esconder la sorpresa en su tono de voz ni en su rostro.

—Nada, solo pensaba en teorías. A veces las personas están más cerca de lo que uno piensa —respondió.

Ladybug asintió. Chat Noir dejo el tema de lado, era obvio que no podrían llegar al punto que él quería.

Para ella era imposible pensar que alguno de sus familiares pudiese ser un villano. En cambio, para él esa teoría no era algo imposible, porque él sabía todo lo que sus familiares habían hecho.

*

Cuando todo volvió a la normalidad, de nuevo se encontraron en el colegio y continuaron con su rutina normal. Adrien y Alya los observaban, estaban pendientes de lo qué sucedía con ellos, esperando el momento en el que finalmente se hicieran novios, pero eso no pasaba...

Otro día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora