Siesta de gato.

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—Entonces, ¿cuándo llegas a casa lo primero que haces es hacer las tareas? —le preguntó Marinette a Félix.

—No me gusta tener cosas pendientes —respondió el rubio enseguida —. No es tan raro, si te preparas un té y comes algo ligero, puedes hacer las tareas. ¿Por qué te sorprende? —preguntó alzando una de sus cejas.

—Yo primero tomó una siesta —admitió Marinette —. Estudiar es un poco cansador, al menos para mí —se sonrojó un poco.

—Eso no tiene nada de malo, no tienes que sentirte avergonzada, todos nos cansamos y dormir es algo muy sano —respondió el rubio. Marinette sonrió, le gustaba sentirse comprendida estando con Félix, él siempre decía comentarios que la animaban, incluso sin saberlo.

Alya se acercó a ellos.

—¡Ven, Marinette! Las chicas están hablando sobre el baile —Félix vio como el rostro de su amiga se iluminaba y la ayudó a levantarse, siempre lo hacía. Ella le agradeció y se fue con Alya.

Félix se acercó a Adrien y a Nino, ellos estaban conversando, aunque Nino no se veía feliz.

—¿Y esa cara? —preguntó Félix al verlo.

—¿No deberías estar con Marinette? —se burló Adrien. Félix solo rodó los ojos, Adrien siempre sacaba a flote el tema de Marinette, ¿es que no se cansaba?

Nino suspiró cansado, parecía que quería hablar de lo que sea que le estaba pasando.

—Me gusta Alya, pero no creo que yo le guste... —confesó Nino.

—Tienes razón, tú no podrías...

—¡Estar más equivocado! —Adrien interrumpió a Félix, porque si seguía hablando lo haría sentir mal y esa no era la idea —, eres un gran partido —Félix tuvo que aguantar una risa —. Solo tienes que acercarte a ella un poco más y listo.

—Y tener temas de conversación en común o algo que a ambos les guste —sugirió Félix, no quería ayudar a Nino porque no le agradaba, pero tampoco le gustaba estar callado.

—O quizás podrías acercarte a sus amigas —sugirió Adrien sonriendo, tenía un plan en mente, ¡era un genio!, si Nino se acercaba a Marinette, Félix se pondría celoso y se daría cuenta (finalmente) de sus sentimientos por la azabache —. Puedes pedirle a Marinette que hable bien de ti.

Félix suspiró y negó con la cabeza, Adrien tenía ideas bastante tontas y no se daba cuenta de ello, lo peor del caso es que Nino es un tonto, entonces...

—Marinette es muy tierna, estoy seguro de que me ayudará —Nino sonrió.

*

Nino comenzó a acercarse a Marinette. Marinette se sintió un poco incómoda, porque Nino hablaba mucho sobre sí mismo y decía sus cualidades, ni siquiera le preguntaba por ella o por sus gustos, era algo raro. Félix leía un libro y "casualmente" se mantenía cerca.

—Estás celoso —susurró Plagg.

—No lo estoy, solo quiero ver cómo funciona esto —respondió también en un susurro.

Al final de ese día, Félix quería hablar con Marinette, pero los planes cambiaron repentinamente. Una akumatización ocurrió.

*

Ladybug y Chat Noir pelearon, hasta que triunfaron, como era habitual. En esa batalla, ambos trabajaron mucho mejor, cada vez se notaba más lo bien que congeniaban entre ellos y el gran equipo que eran.

Cuando todo acabó, Chat Noir estaba a punto de bajar de una escultura, cuando Ladybug dijo una de sus tonterías:

—En esa posición te ves como un tierno gatito a punto de tomar una siesta —dijo ella. Él rodó sus ojos, molesto —. Quizás lo de tierno no.

—A veces dices cosas que me desconciertan —admitió el felino.

—A veces solo digo lo que veo... debo aprender a morderme la lengua... —ella suspiró.

En ese momento, Chat Noir sintió algo de empatía por la chica, se veía triste y desanimada. Quizás ella no hablaba con muchas personas o algunos la molestaban, por eso hablaba así. Es que... es algo infantil, pero eso no es malo, solo que no es algo que le agrade a todos.

—Eres como eres —respondió el felino. Ella lo miró fijamente —. Antes no me caías del todo bien, pero déjame decirte que eres una caja de sorpresas y definitivamente eres una chica muy inteligente, no dudes de eso y no te avergüences.

—Gracias —ella agradecía de modo sincero, sonrió ampliamente.

*

Cuando buscaba un lugar para poder destransformarse, vio a Marinette caminando en dirección a su casa. Entonces, se escondió, le dio un trozo de Camembert a Plagg y se acercó a ella.

—¿Estás bien? —le preguntó.

—Estoy bien —aseguró ella —. ¿Tú estás bien? Te ves algo alterado.

—Lo estoy, solo corrí un poco por todo lo de la akumatización —mintió. En realidad, corrió para poder alcanzarla —. ¿Vas a tomar tu siesta de gato? —bromeó. Le robó ese chiste malo a Ladybug.

Ella misma se sorprendió al escuchar ese chiste, porque se le hizo muy conocido, porque ella le había dicho algo parecido a Chat Noir hace poco. Su rostro cambió y Félix se dio cuenta de que ese chiste era una tontería, se avergonzó de sí mismo.

—Eso fue muy tonto de mí parte, lo siento.

—Fue un chiste tierno —quizás su rostro fue muy malo y por eso se disculpaba, es que le llamó la atención esa coincidencia —. No te imaginaba a ti haciendo chistes tiernos.

—A veces soy una caja de sorpresas —de nuevo le quitaba la frase a Ladybug y de nuevo ella se sorprendía, eran dos coincidencias...

—Lo eres... —respondió con tono serio, era porque estaba pensativa.

—En fin, te acompañaré a casa... de todas formas, a ambos nos gusta caminar —no era necesario dar una explicación, pero de todas formas él lo hacía.

Ella siente libertad siendo Ladybug y por eso baila. Él es frío, pero estando con ella, su personalidad cambia... —susurró cierto ancianito mientras observaba a sus elegidos.

¿El plan de Adrien funcionará y los celos de Félix surgirán?

El Maestro Fu apareció, ya era hora, jajaja.

Estoy en clase y de todas formas escribí esto, estoy muy aburrida... ¡ayuda!, demasiada lectura y cosas de turismo (spoiler: NO me gusta el turismo). 🤐

Otro día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora