𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑫𝒐𝒔

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Ella plantó sus pies vistiendo tacón de aguja
delante de mí con un paso decisivo, luego bamboleó sus caderas, haciendo un sensual círculo. Aplastó su palma a lo largo de la piel desnuda de su bronceado abdomen -y comenzó a bajarla. Ella llegó hacia abajo... tan malditamente despacio.

La respiración se me quedó atrapada en el pecho hasta que, finalmente, ella empezó a tocarse sí misma.

¡Oh, mierda!

Sus dedos se deslizaron entre sus piernas, y sacudió cabeza hacia atrás como si estuviera en absoluto éxtasis.

Tragué. Y empecé a sudar.

Con una sacudida de su cabeza, María José restalló su mirada hacia mí, sus ojos como enfocados láseres sacudiéndome hasta los
dedos de los pies.

Maldita, las nueve semanas de salidas con secretarias de iglesias, decoradoras de interiores, y maestras de escuela primaria, aparecieron.

Ninguna de ellas me incitó una erección.

Durante ese tiempo, me despertaba en mitad de la noche más de una vez, transpirando, mi pene en la mano y el nombre de María José en los labios. Ahora, después de menos de cinco minutos en su presencia, me siento lista para explotar.

Piensa en las palabras con F correctas - Futuro
y Familia.

Desafortunadamente, con María José cerca,
la urgencia de follarla de nuevo mató constantemente mis buenas intenciones.

En el momento siguiente, ella soltó los suaves hilos de su cabello, que abrazaban sus hombros, adhiriéndose a sus senos, jugueteando con su
cintura. Luego se sacó la pequeña chaqueta y la dejó descuidadamente en el piso, exponiendo un top tan pequeño que pude jurar que muestraba la sombra de sus aureolas.

Ella se alejó de la chaqueta y se contonea hacia la barra en el centro del escenario. Cuando lo agarró con ambas manos y se onduló contra él, presionándolo con la unión de sus muslos, mi maldición casi me ahogó. Y todavía ella siguió mirándome como si bailara solo para mí.

La música se eleva, aullando con sensualidad y sugestión. María José aumenta el juego,  introduciendo un dedo en la húmeda cavidad de su boca y succionándolo. Más sangre corrió hacia mi polla ante el recuerdo de su boca alrededor de él, su lengua resbalando por mi glande, incitando un chispazo que quemó mi cuerpo entero.

Incluso meses después, puedo sentir el azote de su lengua, la seda caliente de su boca. Tiemblo.
Con una mirada de gatita, MJ extrajo su dedo de su boca escuchándose un "pop" y dirige el mojado dedo hacia abajo en su escote.

Luego su palma toma el control, suavizando su seno derecho con una invitación de puro pecado en su magnífico rostro.

¡Oh Dios mío!, con razón ella se construyó sola un pequeño imperio aquí en Lafayette.

La mujer es un sueño húmedo caminante y
hace su trabajo muy bien. Ningúna persona en su sano juicio podría resistirse a tan intensa burla y continuar como si nada.

Por la esquina del ojo, veo al empleado de María José, el que ella tocó más temprano, moverse furtivamente hacia el escenario. Con un veloz movimiento de cabeza, rápidamente veo que la montaña en la remera negra ajustada estaba tensa, jadeando, y luciendo un bulto que decía que quería ocuparse con algo.

Deseo poder decir que no me molesta eso. Pero se estaría mintiendo.

Luego, cuando regresé la mirada hacia el escenario, estoy condenadamente cerca de olvidar mi propio nombre.

MJ se vuelve de espaldas a mí y se inclina por la cintura, mirándome por sobre un hombro casi desnudo con una mirada de fóllame que me deja anonadada. Me aferro a los brazos de la silla, deseando mantenerme sentada en ella, y no subir sobre el escenario, acostarla sobre su
espalda, y sumergirme en ella de nuevo al instante.

𝑫𝒆𝒍𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂 𝑹𝒆𝒅𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐́𝒏 | 𝒞𝒶𝒸𝒽𝑒́ | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora