Capitulo 8

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Antoni Greco

¿Por qué no puedes venir Greco?, llevamos varias noches sin vernos—habla al otro lado de la línea Verónica.

Después de la cena,todos nos fuimos a la sala para compartir otro momento entre nosotros,pero me tuve que levantar de mi asiento para atender la llamada de Verónica, y tampoco pase desahapersibido como Erika me miró cuando me levanté, estaba sentada al lado del chico que se llama Lekiad su mejor amigo,que pensé que era su novio,pero pude ver qué no,y que alivio.

Ahora me encuentro en la terraza del apartamento hablando con Verónica.

—No puedo,estoy reunido con mis hermanos y Jack—miento un poco descaradamente, simplemente no quiero verla y no se porque,ya no me apetece acostarme con ella.

Pues,yo puedo ir,dime dónde están y voy.

—Verónica no te molestes,pero sabes que no eres muy bienvenida por mis hermanos y mi mejor amigo.

Pff,lo sé,bueno no insisto más,nos vemos otro día,te tenía una sorpresa,pero no quieres venir,ni modo Antoni Greco.

—Bueno—digo pensando en lo de la sorpresa,y si es verdad hace días que no nos vemos—puede que cuando termine aquí vaya, hasta orita Verónica.

Me despido y cuelgo la llamada,me recargo en la baranda del balcón de la terraza y enciendo un cigarrillo,no soy de fumar, pero desde que murió Angela,me metí muchos vicios,salí de todos pero el que se me quedó fue este,el cigarrillo que de vez en cuando fumo.

—Si sigues fumando,los pulmones se te van a joder—habla una voz a mis espaldas y se acerca a mi lado también se recarga en la baranda del balcón, entonces la miro y veo una cabellera castaña.

—¿Y a ti que más te da,si me muero?—pregunto y ella se encoge en hombros—Además si muero,te quedas con la Editorial¿no era lo que querías?.

—Si,pero era si me casaba contigo y no estoy casada contigo—vuelve hablar Erika y yo me le quedo mirando ella solo mira hacia abajo,estamos en el quinto piso—y tampoco quiero casarme con arrogante cómo tú.

—Que mal—digo fingiendo un poco de ofensa y poniendo una mano en mi pecho—yo que ya tenía la fecha y la boda planeada.

—Estas a tiempo—entonces me mira—puedes casarte con Verónica,o mejor te aconsejo que no demores más y vayas con ella.

—Bruja,castaña metiche—le digo sabiendo que oyó la conversación,pero le pregunto para salir de mis dudas—¿oíste la conversación?,que sepas que oír conversaciones ajenas es mala educación.

—Oh,puede que oyera solo el final,y que bueno que solo la educación que tengo la uso cuando me conviene.

—Chismosa.

—Arrogante.

Entonces nos miramos un momento,mis ojos se encuentran con los de ella,sus ojos cafés en la oscuridad de la noche se ven más oscuros,ella no aparta su mirada de mi,ni yo la mía de ella,nos quedamos así unos minutos,hasta que ya no aguanto más.

Necesito hacer esto,o si no muero,quiero hacerlo y lo haré,la tomo por la cintura con mis dos manos y la acerco lo suficiente a mi,subo una mano hacia su cara y estampo mis labios con los suyos,nos quedamos así unos segundos,hasta que nuestros labios se empiezan a mover y ella pone sus manos en mi cuello,para profundizar más el beso.

Demonios,necesitaba probarlos de nuevo,necesitaba probar ese sabor dulce que tiene sus labios,nos detenemos un momento por falta de aire y nos miramos de nuevo.

—Cre....creo—tartamudea un poco,para encontrar su voz—que deberías ir con tu novia.

—No es mi novia—hablo yo,cuando encuentro mi voz, ella sale de mis brazos y se separa de mi un poco

Amor Italiano #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora