Capitulo 41

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Erika.

—¿Que tal estas?—pregunta Ros,señalando unas rosas rojas,la miro y enarco una ceja.

—No—respondo.

—¿Y estas?—ahora señala unas en color rosa.

—No—respondo sin más.

—¿Estas?—señala ahora unas rosas amarillas.

—No—respondo,veo como rueda sus ojos y bufa.

—¡¡Dios!!,dame paciencia,porque ya la estoy perdiendo,con esta perra—habla hacia el cielo extendiendo sus manos.

En mis labios se dibuja una sonrisa y luego suelto una carcajada,la pelirroja me mira como si estuviera mal.

—¡Nada te gusta!—exclama—llevamos aquí tres horas,eligiendo las flores para la decoración en tu boda y no te gusta ninguna...—lleva una mano a su frente y niega,luego me mira,se levanta y pone la tableta en la cama,lleva sus manos a sus caderas y me mira—¿que voy hacer contigo?.

—Amarme,cuidarme,y darme mucho amor—respondo con una sonrisa y bato mis pestañas,luego miro mi panza ya abultada de siete meses—y también a mis bebés que crecen cada día más...eres la madrina Ros,tienes que amarlos también.

—Mientras no sean tan complicados como tú—responde y río,rueda sus ojos—¿es tan difícil elegir unas malditas flores?.

Suelto una risita al oír sus últimas palabras,me levanto de la cama como puedo,Ros me ayuda,los bebés si han crecido,mi panza está muy redonda y eso que solo tengo siete meses,no quiero ni imaginar cuando tenga nueve meses y ya estén al nacer.

Me dirijo hacia el baño para asearme,y Ros se queda en mi habitación,entro al baño y cierro la puerta.

Las chicas me ayudan con los diseños de la boda,puede ser rápido para eso,pero no quiero que nada quede de último momento,y en unos meses nacen los bebés,también eh comprado ropa para ellos,y entre más cosas de bebés.

Ros se encarga de ayudarme con las flores,mientras que las demás se encargan de los colores,las mesas,las sillas y todo lo demás.

Nunca en mi vida había planeado una boda,y nunca por mi cabeza pasó casarme,sin embargo es lo que quiero y deseo,porque estoy completamente segura de que quiero pasar una vida junto a Antoni,al final creo que estábamos destinados.

Termino de asearme y salgo del baño,veo que todas están aquí,Kat,Ley,Ame,Eli y Ros.

—Ay,mira que panzita más bonita—habla Kat y se acerca a intentar tocar mi panza pero le doy un manotazo y quita su mano—perra,¿eso por qué fue?.

—No deja que nadie toque su panza—habla Ros—solamente Antoni.

—¡Nos cambiaste por ese idiota!—exclama Eliza,yo ruedo mis ojos—maldita perra traicionera.

—Mismo idiota que me folla duro todas las noches,y padre de estos bebés—hablo y veo sus risas—¿qué?,el sexo es bueno para los bebés,así que mientras no haya problemas seguiré disfrutando.

—El embarazo definitivamente te ha cambiado mucho—habla Leyla y enarco mis cejas—digo,ya no tienes nada de filtro...ya no eres esa dulce y tierna chica—Ley limpia una lágrima falsa de su mejilla—que rápido crecen.

—Dramática—le digo y ruedo mis ojos,luego terminamos riendo todas.

—¡Yo estoy muy emocionada por conocer a mis sobrinos hermosos!—exclama Amelie y reímos—¿ya sabes cómo se llamarán?.

—Sí—le respondo,recordando que ya eh elegido sus nombres,desde hace un mes atrás,ellas me miran con intriga—pero lo sabrán el día que nazcan.

Amor Italiano #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora