Capitulo 3

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Erika Cruz

Estoy sentada en un sofá bastante cómodo que tiene mi oficina,con el manoescrito en manos,y una taza de café al lado.Si,digamos que el libro está bastante bueno la verdad, sin envargo,no me puedo quitar de la cabeza mi encuentro con Antoni,cuando le fui a llevar la copia del manoescrito.

Se veía,extraño,al principio y algo malhumorado,sus ojos azules,estaban más oscuros, más eso cambió cuando le pregunté que si sabía italiano y la sonrisa que me dió en ese momento si fue sincera.

Tres golpes en la puerta interrumpe mi cómodo silencio,más no puedo decir nada porque la persona del otro lado de la puerta entra,y no me sorprendo al ver a Leyla en mi oficina.

—Erika,¿piensas quedarte a dormir aquí en la Editorial?—Habla ella y hace que yo la vuelva a mirar,¿eh? ¿dormir?, ella parece notar mi cara de confusión porque vuelve hablar—Mujer son las cinco de la tarde ya, osea que ya terminó nuestro horario de trabajo y solo venía a decirte que vas a tener que irte en taxi a tu apartamento porque tengo que ir a buscar a mi hijo,voy tarde, hasta mañana castaña,un beso.

Habla tan rápido que no me da tiempo de procesar nada,ella solo se despide de mi lanzandome un beso y cierra la puerta tras ella y yo me quedo sentada ahí en el sofá como boba.

Dios santo,¿cuánto tiempo estuve leyendo el manoescrito que ya son las cinco de la tarde? debo ser la única en la editorial.

Saliendo de mis pensamientos decido levantarme del sofá e ir hacia mi escritorio a recoger las cosas para irme para mí casa,cuando me aseguro que esté todo en mi bolso, hecho también el manoescrito,para continuar leyendolo en mi casa.

Ahora sí,tengo todo,me voy.

Salgo de mi oficina cerrando con llaves,es mejor así,una nunca sabe quién se pueda meter a robar,mientras no hay nadie en la Editorial,si osea se queda un guardia,pero siempre es mejor prevenir que lamentar.

Cuando me aseguro que mi oficina quede bien cerrada bajo llaves,decido caminar hacia el ascensor,pulso el botón y milagrosamente rápidamente las puertas de la caja metálica se abren.Osea siempre tengo que esperar unos diez minutos más o menos a que el ascensor llegue,pero bueno hoy no fue así,mejor para mi, porque la verdad ya quiero llegar a casa,extraño a mi perro lobito.

Bueno ya estoy dentro del ascensor y cuando voy a pulsar el botón para bajar hasta el primer piso, alguien se cuela dentro del ascensor.

Bien,parece que Dios y todas las divinidades están en contra mía hoy,¿que este día,no se piensa acabar?

Ruedo los ojos cuando esa persona,habla,osea ya se que le pedí disculpas a Antoni por mi comportamiento,más,ahora no tengo ánimos de ser amable con nadie,solo quiero llegar a mi casa,y bueno Antoni,mi jefecito arrogante pulsa el botón del ascensor antes de hablar:

—Oh,si miren quien me estaba esperando en el ascensor.....Gracias por su amabilidad señorita— Dice y yo ruedo los ojos,el parece notarlo porque vuelve hablar—Oh,¿que pasó? ya no te caigo bien? ,lo de las disculpas fue mentira?.

Dios santo yo solo quiero salir de aquí y que este día termine de una buena vez,pero no le contesto,no tengo ganas de hablar ni con él ni con nadie.Las disculpas que le pedí si fue de verdad y miren que yo muy pocas veces pido disculpas.

—Vale,me quedaré con la parte buena ¿ok?,que fue pedirme disculpas a mi por su comportamiento señorita—Vuelve hablar, y yo solo asiento hacia él y mirando hacia las puertas de la caja metálica—¿Vas a tu casa?—El pregunta y yo asiento con la cabeza—¿Es todo lo que vas a decir?—Vuelve a preguntar y está vez me encojo en hombros y Gracias a Dios las puertas del ascensor se abren,gracias.

Amor Italiano #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora