Capitulo 12

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Erika Cruz

Me encuentro en la cocina del apartamento de Antoni,ya va hacer una semana desde que salió del hospital,la herida ha ido sanando muy bien,ahora me encuentro aquí tomando un vaso de agua,son las tres de la mañana.

Estoy despierta por una pesadilla o más bien los recuerdos del pasado,Antoni está dormido en su habitación.

Lo de nosotros ha ido bien,nos llevamos bien,pero aún el,no me ha pedido que seamos novios,tampoco hemos hecho nada más que besos y algunos comentarios en doble sentido, decidí quedarme aquí en su casa,hasta que se mejore,luego iría para mí casa,mis amigos se quedaron a cargo de Zeus.

La luz de la cocina está apagada,por lo que se me dificulta un poco ver el lugar,pero tampoco quiero encenderla,aveces me gusta estar oscuras,más cuando tengo las pesadillas,se que pensarán que soy rara, que si tengo pesadillas como me puede dar tranquilidad la oscuridad,pues es así,cuando las tengo la oscuridad me tranquiliza.

Veo que alguien entra a la cocina,se que es Antoni puedo ver su silueta en la oscuridad y prende la luz de la cocina,casi me ahogo con el agua en mi boca,cuando veo que está solo en calzoncillos y todos sus músculos descubierto,el parece notar mi presencia y se acerca a dónde estoy yo y también toma agua,se sirve en un vaso.

—Por si no recuerdas,estoy yo aquí, para que andes casi desnudo por todo el lugar—le digo regañanadole y el se sienta a mi lado y me mira.

—Como si no te hubiera tocado ya en ciertas partes,bonita—me dice mirándome y me sonrojo un poco al recordar lo de hace unos días—que lindas manzanas en tus mejillas.

—Muy gracioso—le digo y tomo un poco más de agua.

—¿Pesadillas de nuevo?—me pregunta y yo asiento con mi cabeza y lo miro,bueno digamos que esta no es la primera noche que me levanto con pesadillas—¿no haz considerado ir a un psicólogo?.

—No estoy loca,Antoni—le digo quejándome y rodando los ojos—ademas,lo único que hacen es darte pastillas y doparte,para que supuestamente olvides lo que pasó.

—¿Haz ido?—me pregunta y lo miro abriendo los ojos,mierda hablé de más, bueno solo me queda asentir con mi cabeza—¿que pastillas te daban?.

—Antidepresivos,al principio si me ayudaba,pero luego ví que me estaba haciendo adicta,y dejé los medicamentos esos y nunca más fui con el psicólogo,además creo que solo le gustaba tenerme en su consulta para mírarme—le digo encogiéndome en hombros—aprovechado.

—Bueno, conozco a una buena psicoterapeuta—me dice y me sonríe—y el que vayas al psicólogo no quiere decir que estés loca,bonita,luego te voy a pasar el número de ella y su dirección, tú decides si quieres ir o no,no te voy a forzar—me dice y me da un beso en la mejilla—más,¿las pesadillas de que van?.

—Está bien—le respondo a lo de la psicoterapeuta—y no son pesadillas como tal.

—¿Recuerdos?—me pregunta y asiento con mi cabeza—bueno,pues es mejor que vayas con la psicoterapeuta,puedes hablar con ella y decirle todo lo que sientes,y como te sientes,ella es muy profesional,te lo aseguro.

—¿Haz ido con ella?—pregunto y el asiente con su cabeza me medio sonríe.

—Fui por un año,luego mejoré así que no fui más.

—Que bueno,me alegro—le digo y le sonrio,para levantarme de la silla donde estaba sentada y pongo el vaso en el fregadero—bueno,voy a dormir,ya tengo sueño.

—Bonita—me llama y siento como se acerca a mis espaldas,me toma por la cintura poniendo su  boca en mi oído para susurrar—duerme conmigo.

—No creo que sea buena idea Antoni—le digo,girando para quedar a su frente y el sigue con sus manos en mi cintura,me gusta cuando me toma por la cintura—creo que es mejor que siga durmiendo en la habitación del lado,arrogante.

Amor Italiano #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora