Capitulo 11

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Antoni Greco

Le gusto,¿lo dijo?,si lo dijo,joder si,me siento feliz al saber que yo también le gusto.Hace un rato desperté de la anestesia el doctor vino y me dijo que la bala fue retirada exitosamente y que no dañó ningún órgano vital.

Pero yo estoy feliz porque,la castaña que todos los días y noches aparece en mi mente,me dijo que yo también le gusto.Me hizo feliz escucharla decir eso,se que no fue en el mejor momento o lugar,ya que yo tenía una bala en el abdomen,pero me siento feliz.

Ahora me encuentro acostado en la habitación del hospital,cabe decir que mi familia eligió la mejor habitación,(se ve que no somos millonarios),pienso irónicamente,odio los hospitales,pero según el doctor,tengo que estar unos días para hacerme chequeos y ver cómo va mi salud.

—Hola,hermanito—veo que la puerta se abre y deja ver a mi hermana Amelie,ella se acerca hasta quedar a mi lado y me da un abrazo hace que me duela un poco la herida,pero no es tanto—disculpa.

—Tranquila—le digo y ella me ayuda acomodarme mejor en la idiota cama—¿mis papás?.

—Oh,bueno fueron a casa a descansar por órdenes mías,se veían cansados,pero sabes cómo son y orita estarán de regreso—me responde Amelie,y si,tiene razón,mis padres son así.

—Tercos—digo yo rodando los ojos y ella ríe un poco— ¿y Alonzo?.

—El fue a la editorial hacer algunas cosas,pero dijo que venia orita—me responde y se me queda mirando por unos minutos—y a Erika la tuve que convencer,para que se fuera a su casa,a cambiarse y descansar,aún no habías despertado,cuando todos se fueron.

—Entiendo—hablo yo y miro hacia al frente.

—Se veía que ella no estaba bien,hermanito—me dice Amelie y yo la miro extraño—Antoni en la casa,pude ver su mano vendada,¿que pasó?.

—Bueno—pienso para decirlo,no sé si decirlo,se que en mi hermana puedo confiar ella no diría nada—ella tuvo un ataque de pánico Ame, golpeó el espejo del baño y por eso su mano vendada,se dañó los nudillos.

—¡¿Qué?!—pregunta exclamando,algo sorprendida—¿por qué?.

—No lo sé,solo me decía,que ellos estaban aquí,y que tiene miedo—digo y me pongo a recordar lo que pasó,me dolió verla así en ese ataque de pánico—no digas nada Amelie.

—No,tranquilo—me dice y se sienta a mi lado—pero si la noté extraña,cuando se sentó en el patio con nosotros la vi un poco pálida,y luego cuando regresó contigo estaba mejor, pero cuando nos sentamos en la mesa volvió a cambiar pero lo oculta bien.

—Lo sé,yo también me di cuenta—hablo yo,de acuerdo con mi hermana—¿sabes quién fue el idiota que me disparó?.

—Bueno,el amigo de Erika,se iba a encargar de eso,en el edificio donde ellos viven hay cámaras de vigilancia y bueno,ella me dijo que su amigo es un experto en la tecnología,así que el está en eso ya—me dice y yo asiento con mi cabeza, y ella pone su cabeza en mi hombro—tuve miedo de perder a mi hermano mayor, Toni.

—Eso nunca va a pasar,serpiente dorada—le digo acariciando su cabeza y besando su frente,mi hermana es más pegada a mi,con Alonzo también,pero desde que nació siempre fue más pegada a mi—no pienso dejar sola a mi serpiente favorita.

—Mas te vale,idiota—me dice y nos hechamos a reír.

—Me lo dijo—le digo y ella se separa un poco de mi lado y me mira confusa—Erika,me dijo que le gusto,cuando me dispararon,ella me lo dijo,estoy feliz Amelie,ella me lo dijo,y yo a ella.

Amor Italiano #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora