June;
Cuándo subimos a la camioneta de Corbyn, no podía dejar de pensar en lo que habíamos escuchado.
No podía dejar de preguntarme qué era todo lo que había pasado.
Muchas cosas raras habían ocurrido un mismo día, todas aterradoras.
Me dió gracia pensar en que quizá la casa de Corbyn estaba embrujada por antiguos antepasados, pero eso no era posible. Esa casa se había construido hacía poco más de unos años, y no había vivido nadie allí hasta que los Harris la compraron.
Pero, sentí, por alguna razón, que él y yo estábamos pensando lo mismo en aquel preciso instante: lo que había pasado en su casa. El silencio del auto era sepulcral. No decíamos nada, ni hacíamos nada. Mi mente repasaba en orden cronológico absolutamente todo lo que me había pasado ese día, y solo podía preguntarme: ¿qué carajos?
Que buen primer día, honestamente. Me mandan a las oficinas del psicopedagogo escolar por los traumas que la muerte de mi hermano me dejó, un loco había intentado secuestrarme y había tenido una experiencia rara y siniestra en la casa del chico que me gustaba.
Aclaré mi garganta para relajarme y tratar de no largarme a llorar, y Corbyn prendió el estéreo de la camioneta al darse cuenta. 18 de One Direction comenzó a reproducirse.
Me reí, sorbiendo mi nariz.
—¿Qué? —Corbyn me miró de costado, sonriendo a medias.
—No me digas que también te gusta One Direction.
—Bueno, por ellos conozco a 5SOS, así que...
El sonido de la guitarra era muy dulce, por lo que le subí el volumen. La voz de Harry fue lo primero que se escuchó, y yo cerré los ojos, tratando de relajarme, aunque solo fuera un poquito. Tarareaba el ritmo, pendiente a la melodía.
—¿Estudias canto? —preguntó Corbyn de repente.
—No —sonreí.
Me miró, sonriendo.
—A long way from the playground —canté, y Corbyn se unió a mí.
—I have loved you since we were 18. Long before we both thought the same thing —me miró, sonriendo —, to be loved and to be in love.
Lo vi sonreír, mientras miraba el camino.
Yo también sonreí.
Sin darnos cuenta, comenzó a llover. Primero eran un par de gotas, luego comenzaron a caer más, luego más, y así sucesivamente. Hasta que parecía que el cielo iba a derrumbarse. Fue entonces cuándo me di cuenta de que hace rato debíamos estar en mi casa.
No estábamos yendo a mi casa.
—Corbyn... —susurré, medio asustada, bajándole el volumen a la música. No voy a mentir, en ese momento desconfié de él.
—¿Sí?
—Esta no es la ruta para ir a mi casa, ¿a dónde vamos?
No dijo nada.
—Corbyn, ¿a dónde vamos?
Apretó los labios.
—Me quiero bajar.
No hizo nada.
—Corbyn, abre la puerta.
Negó.
—¿A dónde mierda estamos yendo?
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RAMÉ © [COMPLETA]
Bí ẩn / Giật gân¿Qué pasaría si, un día, te das cuenta de que hay un acosador siguiéndote? ¿Y que no sabes absolutamente nada de él? ¿Y qué pasaría si te das cuenta de que, pasando los hechos en blanco, tu vida se está yendo a la mierda? Bueno, eso es lo que pasa c...