~𝐋𝐨𝐜𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐮 𝐚𝐦𝐨𝐫~

≛𝟘𝟘𝟝≛

Umeji:

Estaba caminando en dirección al supermercado en busca de un tinte. Se me había olvidado por completo el problema de mis raíces rosas y debía solucionarlo ahora. Entre al supermercado, yendo al pasillo de tintes, tomando uno rubio. Quería ir por unos bocadillos, por lo que me fui al pasillo de los correspondientes, pero mejor no hubiese ido.

Ahí estaba Shin junto a la chica.

Ellos llenaban una pequeña canasta con lo que parecía ser chocolates y otras cosas, pero por suerte no estaban solos, habían otras dos chicas y otros dos chicos los cuales debatían por un extraño bocadillo. Tome unas papas, y unos chocolates solo por arrogancia de pasar al lado de ellos, y me fui a pagar todo. Llegando a mi casa me teñí el pelo nuevamente, sintiéndome mejor al ocultar esas molestas raíces rosadas las cuales me molestaban demasiado.

Me senté en mi cama, y mi vista fue hasta la caja con la nota. Suspire, para acercarme y por fin ver cuál era su contenido. Al hacerlo, me di cuenta que era un lápiz, un simple lápiz. Lo tome en mis manos, para detallarlo, el lápiz estaba todo mordido, y en alguna parte tenía unas iniciales, SH. Adentro de la caja había otra nota, la tome, y esta decía:

"Un pequeño recuerdo de tu amado, el lápiz que muerde casi todos los días en clases. Te gusta? Espero que no me delates".

Al terminar de leer eso, solo me vino una persona a la cabeza.

—Shin... —Ese lápiz era de el.

Lo mire con admiración, mientras pasaba mis dedos por cada marca de sus dientes. Mi mente divagaba entre los distintos escenarios en donde Shin estaría mordiendo ese lápiz, mientras pensaba una y otra vez en la forma de sus dientes, que de seguro deben ser dientes perfectos. Por impulso, pase ese lápiz por mis labios, imaginando un beso entre nosotros dos, cerrando mis ojos mientras suspiraba.

—Me estas volviendo loco... De amor—Dije para mi mismo, mientras dejaba el lápiz en la caja.

Si, estaba enamorado como un tonto. Me había enamorado de otro chico, pero, no hay problema en eso, bueno, para mi. Shin... Shin tenía algo sumamente especial que llamó mi atención, y ahora... Ahora era difícil sacarlo de mi mente. Shin era alguien especial, el era lindo, muy tierno y sobre todo muy tímido. Amo cuando logró ver cómo sus mejillas se tintan de un lindo color rojizo, pero odio que sea con esa chica.

Bufé molesto, para levantarme de mi cama y poner aquella caja en una repisa, de la cual quite varias cosas innecesarias, solo para hacerle un espacio a aquel objeto. Suspire, asomándome por la ventana, mirando como en el cielo se pintaban aquellos colores tan hermosos avisando la llegada de la noche. Suspire, pensando en lo que más quería...

—Shin... Eres raro...

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—
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Shin

Estaba de camino a la Academia, mirando hacia todos lados, esperando no encontrarme con Umeji. Llegue a la Academia y me cambie mis zapatos, para irme a mi salón. Aún Oka no había llegado, por lo que me quede esperándola, así que decidí escribir un poco en mi libreta.

Empecé a buscar mi libreta en donde normalmente escribo, y luego me puse a buscar mi lápiz. No importaba si en ese momento sacará todas mis cosas de mi bolso, no encontraba mi lápiz. No lo entiendo, si tan sólo el día de ayer después de la última clase yo lo tenía ahí, y no puedo perder mis cosas tan fácilmente, ya que yo soy una persona que cuida mucho sus cosas. Suspire, se había perdido mi lápiz favorito.

Tome otro lápiz que tenía dentro de otra libreta, y me puse a escribir. No solía ser algo muy llamativo, pero me gustaba hacerlo, en especial cuando pensaba en...

—Oka... —Susurre para mi mismo.

Yo estoy enamorado de ella. Si, me gusta desde que la conocí, pero entonces, he tenido problemas con mi nuevo vecino, Umeji, problemas los cuales me mantienen confundido. El siempre está detrás de mi intentando saber quién es Oka, y amenazandome, y eso me provoca un miedo terrible.

Termine de escribir cuando me llegó un mensaje de Chojo preguntándome en donde estaba, por lo que yo le respondí que ya iba al club, y que estaba en mi salón. Salí de mi salón en dirección al club, cuando me volví a topar con el, con Umeji. El apenas me saludo con la mano, pero yo no le devolví el saludo, solo me fui de ahí a pasos rápidos. Llegue al club, y salude a todos mis amigos, para empezar con nuestra caminata matutina. Estábamos bien, hasta que tocó pasar por el incinerador.

Trague en seco, para bajar la cabeza y pasar rápido. Sentía una mirada en mi, una mirada la cual me ponía tenso y me transmitía un miedo. Era como si alguien estuviera detrás de mi, como si me estuvieran acosando. Eso me causaba terror, por lo que trague y me colgué del brazo de Chojo. En ese momento podía sentir aún peor aquella mirada, y al voltear, me encontré con aquellos ojos amarillos...

Era Umeji.

Trague en seco, para dejar de mirarlo e irme en dirección al club de jardinería con mis amigos. Umeji estaba espiandome?... No, no lo haría con alguien tan patético como yo. No se por qué me ve así, ni mucho menos por qué actúa de esa manera cuando estoy con mi amigos.

—¿Shin? ¿Tierra llamando a Shin? —Al escuchar las palabras de Chojo, desperté de mi trance.

—¿Q-qué ocurre? —Dije algo desubicado, mientras movía mi cabeza aturdido.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estas así? —Chojo me veía confundido, y yo solo suspire.

—Nada, no es nada...