≛𝟘𝟚𝟛≛

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Umeji

Desde ese día,las señales de alerta no pararon. Kuroko hacia lo posible para que el tiempo de Shin en la academia fuera limitado,haciendo que no nos pudiéramos ver en todo el día,y cuando pasaba,tan solo eran pequeños momentos.

Debía... Acabar... Con ese tipo.

Mis manos se paseaban por el filoso cuchillo que poseía en mis manos,sintiendo la gran necesidad de clavarle aquel objeto punzante en toda su cara,hasta dejarla irreconocible.

Si,quería acabar con el.

Sonreí satisfecho por cada imagen de Kuroko agonizando,mientras se ahogaba en su propia sangre. Tenía ganas de quitarle sus ojos,por ver a Shin. Tenía ganas de cortarle la lengua,por hablarle a Shin. Tenía ganas de cortarle las manos,por tocar a Shin.

Tenía ganas de matarlo,para alejarlo de Shin.

Me asome bajo la cama,mirando así aquella caja de zapatos,la cual con algo de esfuerzo jale,y la abrí,viendo así todas las fotos de Shin,las cuáles no podía volver a poner en mi pizarra,pero si podía admirarlas cuando Shin no estaba conmigo. Deje el cuchillo en la caja,mirando así,una foto de el,dónde salía sentado en las bancas de su club...

—Tu... Tu eres mío...




Mire mi teléfono. La hora casi era la exacta. Sonreí,para levantarme de mi cama,y mirar hacia la ventana,mientras observaba como empezaba a amanecer.

Me retire de la ventana,tomando mi toalla,para ir a darme un baño. Si,era domingo,que hoy,pasaría todo el día con Shin,debido a que Keiko,mi querida suegra en secreto,le ha dicho a mi mamá si Shin podía quedarse unos días con nosotros debido a que ella iría de viaje,y no quería dejar a Shin solo.

Tan pronto como termine,me vestí y me perfume,bajando hacia la cocina en dónde estaba mi mamá. Ella aún no notaba mi presencia,por lo que la detalle rápidamente está mañana.

Su cabello no estaba muy bien peinado,debido a que su cabello rizado es algo complicado de peinar. Aquel rosa brillaba en sus rizos,los cuales combinaban perfectamente con el amarillo de sus ojos.

Yo entre a la cocina,dándole los buenos días a mi mamá,para luego sentarme en los bancos que habían en la isla de la cocina. El timbre sonó,y yo me levanté de una vez,casi corriendo hacia la puerta.

Al abrirla,allí estaba. Mi lindo Shin,tenía un bolso en sus manos,y su mamá estaba al lado de el. Ella me saludo,y dejo un beso en mi mejilla,pero realmente quién me importaba era mi lindo y perfecto chico.

Sin más,tome a Shin de la muñeca y lo lleve a mi habitación. Estaba más que feliz,porque podría dormir con el todas las noches ahora,y podría olerlo,ya que amo su olor,en especial el olor de su cabello.

—Buenos días Shin,que tal todo? Como amaneciste hoy? Ya desayunaste? Quieres que te un beso?—Dije acercándome a el,tomándolo de la cintura.

—Buenos días. Todo está bien. Amanecí muy bien. Aún no he desayunado. En serio me darías un beso?—Dijo Shin con una sonrisa,acercando su cara hacia la mía.

—Yo te puedo dar todos los besos que desees...—Dije en un tono coqueto,para acercarme a sus labios.

Amaba poder besarlo,amaba lo dulce que eran sus labios. Lo amaba a él, simplemente su presencia era algo tan especial para mí. Después de eso, simplemente ambos nos sentamos en la cama,hablando un poco sobre estos días en los que no hemos podido estar juntos en la academia.

—¡Umeji!—Se escucho abajo,así que bufé molesto.

—Ya regreso. Iré a ver qué quiere mi mamá.




Shin

—Ah,si,está bien—Dije viendo cómo Umeji se levantaba,e iba hasta la puerta.

Una vez que el se fue,me acomode en la cama,subiendo mis pies sin zapatos en ella,analizando todo el cuarto con mi mirada. Hubo algo que extrañamente me llamo la atención,y era el borde de una caja que se asomaba debajo de la cama.

Intrigado,me baje de la cama,para tomar aquella caja de zapatos,y quitarle el polvo que tenía arriba. La caja no pesaba mucho,y cuando la batí solo escuché unas cosas moverse,como si fuesen algunos papeles.

Sin más,abrí la pequeña caja,y cuando lo hice,sentí como el arrepentimiento caía sobre mi como un balde de agua fría.

¡Eran un montón de fotos mías! ¡¿Por qué Umeji tendría algo como esto?!.

Eran fotos donde estaba haciendo diferentes actividades. Entre ellas,haciendo las actividades del club,estudiando,haciendo ejercicios en educación física,en natación... Y en los vestidores. En la caja no solo habían fotos,si no,también objetos.

Mire lo demás. Allí estaba...¿Mi lápiz?. Si,mi lápiz favorito,también estaba un boxer mío,una funda de mi celular que había "perdido",también habían varias cartas mías,las cuáles yo le dedicaba a Oka... Seguí mirando,encontrando con más cosas mías las cuáles di por perdidas.

Al escuchar como alguien venía, metí todo eso a la caja rápido y la empuje bajo la cama,subiendo a esta intentando retomar mi postura inicial.

A la habitación había entrado Umeji,el cual tenía dos platos en sus manos,con lo que parecía ser el desayuno.

Intenté sonreír,manteniendo una postura normal,sin que se notarán mis nervios. Umeji dejo un beso en mi frente,para sentarse a mi lado y así volver a retomar la plática,en la cual me sentía incómodo.

¿Que hacía Umeji con todas esas cosas?.

Se supone que son mis cosas,¿Por qué Umeji las tendría?,¿Por qué Umeji tendría ese tipo de fotos mía?. Mi cabeza era un acertijo,intentando crear varias respuestas,pero ninguna tenía un buen significado,nada podría explicar está situación.

—Shin,¿Estás bien?.

—Ah,si,estoy bien.

~𝐋𝐨𝐜𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐮 𝐚𝐦𝐨𝐫~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora