⚠︎𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒 #𝟙⚠︎

145 4 10
                                    

Shin

Todo se ha vuelto una pesadilla.

No sé que hago aquí...

Quiero salir...

Salir...

Correr y escapar de este infierno...

El infierno...

En el cual yo mismo...

Me amarre...

Solo por amar...

A Umeji...

Los días pasaban,y pasaban. Yo había perdido toda la cuenta de los meses que llevaba aquí abajo. Me sentía como un animal en cautiverio.

No tenía derecho ni a poder ir a un baño,y era realmente humillante tener que hacer mis necesidades en una botella. No comía mucho,nunca fui de tener mucho apetito. No podía ir a ver la luz del día,estaba prohibido. Tenía que dejarme hacer de todo,jugar juegos retorcidos con el,mientras se reía de mi dolor y sollozos.

El era un maldito sádico.

Tenía miedo siempre que el me traía algo. Así fuese un simple dulce o una bebida,siempre tenían drogas. Aquellas drogas las cuáles aumentaban mi calor corporal,al punto de sentir que estaba quemandome vivo,mientras mi cuerpo pedía aquella atención no deseada. Y Umeji,el,se aprovechaba de eso,haciéndome sus cosas retorcias hasta que se cansaba,dejándome en el colchón,sucio,con asco y odio hacia su ser.

Mi vida se había vuelto una basura...

Cuando pensaba que podía sacarme de toda esta situación,Umeji enloquecía,haciéndose llamar mi dueño y cometiendo tantas cosas ilegales,las cuáles terminaron involucrandome,pero,solo como una víctima.

Quiero salir de aquí.

De este encierro. Quiero correr y desaparecer para que Umeji deje de buscarme. Quiero ver a mi mamá y llorar en su pecho,contándole una y cada cosa sin perder detalles de todo lo que me ha hecho Umeji desde el primer día.

—Shin...—Escuché esa voz,mientras veía como Umeji bajaba las escaleras.

Me aleje,abrazándome a mi mismo,poniendo mis piernas contra mi pecho. Lo mire con miedo,el peor miedo del mundo,mientras temblaba,amenazando con llorar hasta que el desapareciera.

—¿Cómo estás hoy?—Dijo acercándose a mi—Ten,te traje un desayuno que te gustara—Dijo extendiendome aquel plato.

El plato estaba lleno de cereal de varios sabores de frutas,y era mi favorito. El plato también tenía algo de leche,y en su otra mano Umeji traía un jugo de naranja. Me acerque a él gateando de manera lenta,hasta quedar a su lado.

El puso el plato en mi regazo,dejando el jugo en el piso,justo de mi lado. Yo revolví el cereal sin mucho apetito,para luego llevar el primer bocado a mi boca. Se sentía raro el sabor,parecía muy diferente a todas esas veces en las que Umeji me traía el desayuno.

Comí casi todo,dejando solo un poco en el tazón,para tomar y beber todo el jugo,dándole el tazón y el vaso a Umeji,el cual sonrió de oreja a oreja.

—¿Te gustó?—Dijo sonriendo.

—Ah,si...—Dije intentando huir de el ahora.

—¿A pesar de que... Tuviera mi semilla?—Al escuchar eso,quedé en blanco.

Umeji era un maldito asqueroso.

Varias arcadas recorrieron mi cuerpo,amenazando con vomitar hasta el último cereal fuera de mi cuerpo,mientras la repulsiva idea de haberme comido el semen de Umeji me alentaba a hacerlo. Umeji puso una mano en mi boca, impidiendomelo.

—Ire a la cocina a limpiar todo,si vuelvo,y te haz vomitado,entonces te quedas sin almorzar ni cenar—Sin más, quitó su mano,paga tomar el tazón y el vaso,e irse.

Lágrima gruesas cayeron por mis mejillas,mientras me esforzaba en no vomitar,en no largar nada de lo que había comido,aunque fuera la cosa más asquerosa del mundo.

Ese cereal ya no era mi favorito.

Cerré los ojos, acostándome,intentando no vomitar a pesar de que las arcadas recorrían mi cuerpo entero...




Desperté por unas suaves caricias en mi pelo. Mire al responsable,y me encontré con Umeji. El me sonrió,para luego bajar sus caricias hasta mi mejilla.

Intenté sentarme,pero caí nuevamente en el colchón. Me sentía cansado,mi vista estaba nublada,y lo peor,era que me sentía caliente.

Umeji me había drogado nuevamente.

Intenté cerrar los ojos,haciendo como si la droga no me hubiese hecho efecto, intentando sobrellevar aquellos horribles síntomas.

—¿Te sientes bien?...

—Si...—Mentí,haciendo un esfuerzo para que ninguno suspiro o gemido saliera de mi boca—Solo,quiero dormir,estoy cansado...

—También estás caliente,tendrás fiebre?—Dijo Umeji,poniendo una mano en mi frente.

—Creo que si... Quiero descansar...—Intenté usarlo a mi favor.

—Bueno,te creería solo si...—Sin más,levantó la sábana que me cubría,dejando al aire mi erección,la cual se marcaba en mis boxer—No la tuvieras parada como ahora—Dijo en un tono lleno de malicia,para subirse arriba de mi.

Intenté escapar de el,mientras con la poco fuerza que me quedaba forcejeaba,hasta el punto en el que parecía un gusano arrastrándome y moviéndome a todos lados.

—Quedate quieto por un momento!—Umeji me tomo de las mejillas,apretandolas mientras intentaba besarme.

Recordé lo de esta mañana. Las náuseas recorrieron mi cuerpo. Las arcadas se hicieron presente. Empuje a Umeji,para irme arrastrando hasta una parte del sótano,teniendo Miles de arcadas.

Hasta que salió.

Vomité todo lo que había comido,tan asqueada mientras tosia. Umeji se acercó a mi,tomándome del brazo con fuerza.

—¿Que te dije?—El se veía enojado —Ahora TODO está sucio!—Me empujó,para irse a la parte de arriba,dejándome allí en el suelo,siendo miserable.

Me senté en un rincón,lejos de dónde había vomitado,llorando mientras el calor se sentía como todo mi cuerpo y cada vez sentía como la ropa era un estorbo y me apretaba. Nuevamente al sótano entro Umeji,limpiando mi vómito,para luego dejar las cosas allí y acercarse a mi.

—Acuestate en el colchón y abre más piernas—Al decir eso,lo mire con miedo—¡Obedece!.

Sin más,gatee hasta el colchón,abriendo las piernas tan cual como el me lo pidió. Sonrió,poniéndose arriba de mi,paga acariciar mis piernas las cuáles temblaban.

—No sabes lo mucho que me excite al verte vomitar~... Eres tan caliente en todos tus aspectos.

~𝐋𝐨𝐜𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐮 𝐚𝐦𝐨𝐫~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora