Las semanas que siguieron al incidente con Buck fueron un verdadero infierno. Cada vez que veía a Chris, el recuerdo de su llamada con Buck volvía a mí, provocando una mezcla de culpa y frustración. Intenté mantener la rutina, pero era evidente que Chris sentía la tensión entre nosotros.
Una tarde, mientras Chris y yo estábamos en la sala, él finalmente rompió el silencio que había estado creciendo entre nosotros. — Papá, ¿por qué no puedo hablar con Buck?
Suspiré, tratando de mantener la calma. — Chris, es complicado. Buck y yo tenemos que resolver algunas cosas primero.
— ¿Pero por qué? ¡Él es mi amigo! ¡Me prometió que jugaríamos juntos! — La voz de Chris se elevó, y sus ojos se llenaron de lágrimas.
— Lo sé, hijo, pero hay cosas que tú no entiendes. — Mi intento de sonar firme fracasó, y Chris no se dejó convencer.
— ¡Siempre dices eso! ¡No es justo! — Chris cruzó los brazos, su rostro rojo de ira.
— Chris, por favor, trata de entender... — Me dolía verlo así, pero no podía evitar mi propia rabia y dolor.
— ¡No! ¡Tú no entiendes! — Chris se levantó y se fue a su habitación, cerrando la puerta de un golpe.
Me quedé sentado, sintiendo la impotencia y el dolor arrastrándome. Me dolía ver a Chris tan afectado, pero cada vez que pensaba en Buck, la traición volvía a abrirse como una herida fresca. No sabía cómo manejar esto, y me sentía atrapado entre el amor por mi hijo y la necesidad de protegerlo de más dolor.
Decidí darle a Chris un poco de tiempo para calmarse. Después de unos minutos, me acerqué a su puerta y la toqué suavemente.
— Chris, ¿puedo entrar? — pregunté, mi voz llena de preocupación.
— No quiero hablar contigo — respondió desde el otro lado, su voz aún llena de rabia y dolor.
Me apoyé contra la puerta, sintiendo el peso de la situación. — Chris, solo quiero que sepas que te amo. Y que todo lo que hago es porque quiero protegerte.
No hubo respuesta. Suspiré y me alejé, dejando a Chris solo con sus pensamientos mientras me dirigía al sofá, abrumado por la culpa y la desesperación. Sabía que eventualmente tendría que enfrentar mis propios sentimientos y encontrar una manera de arreglar las cosas, pero por ahora, todo lo que podía hacer era esperar y esperar que el tiempo curara algunas de las heridas.
Las últimas semanas habían sido difíciles. No solo por mi propia confusión y dolor, sino también por ver cómo Buck se desmoronaba. Llegaba tarde a los turnos, con los ojos inyectados en sangre y el aliento cargado de alcohol. Intenté no prestarle atención, pero cada vez que Hen y Chimney comentaban sobre su comportamiento, mi rabia crecía.
Una mañana, mientras estábamos en la cocina de la estación, Hen y Chimney nos sabían que estana allí y aun así hablaban en voz baja. No podía evitar escuchar. — ¿Viste cómo llegó Buck? Está hecho un desastre — dijo Hen, sacudiendo la cabeza.
— Sí — respondió Chimney. — Maddie me dijo que ha estado saliendo con todo el mundo, hombres y mujeres, y bebiendo como un loco.
Sentí un nudo formarse en mi estómago. No podía creerlo. ¿Esta era la forma en que Buck quería que volviera a confiar en él? ¿Saliendo con un montón de gente y ahogándose en alcohol? Mi rabia se mezclaba con una sensación de profunda decepción.
— ¿Cómo espera que alguien así cuide de Chris? — murmuré para mí mismo, pero lo suficientemente alto como para sorprender a Hen y Chimney.
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911: Borderline
FanfictionUna historia más de Eddie y Buck. Una linea de tiempo donde Buck accepta sus sentimientos por Eddie, pero este no esta listo para decidir amar a su mejor amigo.