Capítulo 12

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El viaje de regreso a Los Ángeles fue tranquilo. Chris estaba emocionado por volver a casa, y su entusiasmo era contagioso. Al llegar, Carla nos recibió con un cálido abrazo, y Chris corrió hacia ella como si no la hubiera visto en años.

— ¡Chris! ¡Qué grande estás! — exclamó Carla, sonriendo mientras lo levantaba en el aire.

— ¡Hola, Carla! — dijo Chris, riendo — ¡Te extrañé! — Carla lo abrazó con ternura antes de dirigirse a mí.

— Eddie, qué bueno verte. ¿Cómo estuvo el viaje?

— Bien, gracias. Estamos contentos de estar de vuelta — respondí, devolviendo su sonrisa.

Chris, siempre curioso, no perdió el tiempo en hacer su pregunta — ¿Y Buck? ¿Dónde está? ¿Va a venir a vernos?

Carla vaciló por un momento antes de responder, y su expresión se tornó un poco sombría — Bueno, Chris, hace un tiempo que no vemos a Buck — dijo con cautela — No está por aquí en estos momentos.

Chris frunció el ceño, claramente confundido — ¿Por qué? ¿Dónde está?

Carla se arrodilló a su altura y colocó una mano en su hombro con ternura — Buck ha estado ocupado con algunas cosas últimamente. Pero estoy segura de que pronto lo veremos de nuevo — dijo, tratando de calmarlo.

Chris asintió, aunque su expresión seguía siendo un tanto dubitativa — Está bien, entonces. ¿Podemos jugar ahora? — preguntó, cambiando de tema rápidamente.

Carla le sonrió y lo levantó en sus brazos — ¡Claro que sí! Vamos, Chris, ¡vamos a jugar! — Los dos se dirigieron hacia la sala de estar, dejándome solo por un momento para reflexionar sobre la ausencia de Buck.

Respiré hondo mientras me acercaba a la estación 118. Sabía que esta conversación era necesaria, aunque no por eso era fácil. Bobby estaba detrás del escritorio revisando algunos papeles cuando me acerqué con paso decidido.

— Bobby, ¿puedo hablar contigo un momento? — pregunté, tratando de ocultar los nervios que me invadían.

Bobby levantó la mirada y asintió, invitándome a sentarme frente a él.

— Claro, Eddie. Bienvenido ¿Qué sucede? — respondió, con su habitual calma.

Tomé aire antes de comenzar a hablar.

— Quiero pedirte disculpas, Bobby. Por todo lo ocurrido. Por las peleas, por mi comportamiento, por dejar la estación y por no haberme despedido adecuadamente. Sé que no merezco volver a la 118 después de todo lo que ha pasado, pero necesitaba disculparme contigo y con todos aquí. La 118 ha hecho mucho por mí, y no quiero que piensen que no aprecio todo lo que han hecho por mí — Bobby escuchó atentamente mis palabras, y sentí el peso de mi arrepentimiento al expresarlo en voz alta.

— Eddie, todos cometemos errores. Lo importante es reconocerlos y tratar de enmendarlos — dijo Bobby con calma — Aprecio tus disculpas, de verdad lo hago. Y quiero que sepas que siempre serás bienvenido aquí — Asentí, agradecido por sus palabras.

— Gracias, Bobby. De verdad lo aprecio. Pero creo que antes de regresar, necesito arreglar algo. Necesito tiempo para poner las cosas en orden — Bobby asintió, demostrando comprensión hacia mi situación.

— Entiendo, Eddie. Tómate el tiempo que necesites. Estaremos aquí cuando estés listo para volver — Agradecí su comprensión con una sonrisa.

— Gracias, Bobby. De verdad.

Salí de la oficina de Bobby con un nudo en la garganta. Había dado un paso importante al disculparme, pero aún había mucho por resolver. Cuando me encontré con Hen, su cálido abrazo me reconfortó.

911: BorderlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora