Capítulo 10

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El sol de Texas iluminaba los días en la estación 126, llenando el aire con una sensación de renovación y oportunidad. Desde que llegué a Austin, me había sumergido por completo en mi trabajo como bombero, encontrando en él un refugio y una pasión renovada. Marjan se había convertido en mi confidente más cercana, una presencia reconfortante en medio de la nueva rutina.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, notaba una tensión sutil entre TK, Carlos y yo. TK, el hijo del capitán y un paramédico talentoso, parecía siempre observarme con una mirada penetrante, como si estuviera evaluando cada movimiento que hacía. Carlos, su esposo y un policía respetado, a menudo se unía a esta dinámica, intercambiando miradas significativas con TK cuando pensaban que yo no los veía.

Me preguntaba qué estarían tramando, si es que estaban planeando algo en secreto. A veces, cuando entraba en la sala de descanso, parecían interrumpir sus conversaciones abruptamente, como si estuvieran escondiendo algo. Traté de no dejar que me afectara, pero la sensación de ser observado constantemente comenzaba a desgastarme.

A pesar de la atmósfera algo tensa, me esforzaba por mantener una actitud positiva. El trabajo en la estación era mi refugio, un lugar donde podía concentrarme en ayudar a los demás y dejar atrás las preocupaciones del mundo exterior. Sin embargo, no podía ignorar la sensación persistente de que algo estaba a punto de suceder, algo que cambiaría el curso de mi vida una vez más.

El sol de la tarde pintaba de tonos cálidos las calles de Austin mientras Marjan y yo caminábamos, disfrutando de la brisa suave que jugueteaba con nuestros cabellos. Era un respiro bienvenido de las tensiones que habían marcado mi vida en los últimos meses.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, interrumpiendo la paz momentánea. Al ver la llamada de la agencia de bienes raíces, un nudo de ansiedad se formó en mi estómago. La tentación de responder y escuchar la nueva oferta para mi casa en Los Ángeles fue fuerte, pero algo en mí se resistió. No quería volver a abrir esa puerta, no cuando había luchado tanto por dejar atrás ese capítulo de mi vida.

Marjan notó mi cambio de ánimo y me preguntó qué pasaba. Dudé un momento antes de compartir mis pensamientos con ella.

— No puedo evitar sentir que vender la casa sería como renunciar por completo a mi vida anterior. Aunque sé que ya no pertenezco allí, es difícil dejar atrás esos recuerdos.

Marjan asintió con comprensión, pero luego su mirada se desvió hacia algo detrás de mí. Seguí su mirada y vi a TK y Carlos, observándonos desde la distancia con sonrisas enigmáticas.

— Parece que tenemos espectadores. ¿Qué crees que estarán tramando esos dos?

— No tengo ni idea, pero últimamente han estado bastante interesados en mí. — Marjan captó mi confusión y decidió sacar a la luz sus propias conjeturas.

— Eddie, no deberías huir de tus sentimientos. Si realmente no quisieras regresar a Los Ángeles, ya habrías vendido esa casa. Hay algo que te ata allí, y es importante que lo enfrentes.

Marjan y yo continuábamos nuestra caminata por las tranquilas calles de Austin, pero la conversación que acabábamos de tener seguía resonando en mi mente. Sin embargo, antes de que pudiera profundizar en mis propios pensamientos, Marjan mencionó algo que capturó mi atención de inmediato.

— Sabes, Eddie, TK y Carlos te miran de esa manera porque, bueno, primero, te ven como muy lindo — comenzó Marjan, con una sonrisa traviesa. Luego, su tono se volvió más serio mientras continuaba—. Pero después de escuchar un poco de tu historia y revisar tu perfil en Instagram, donde solo tienes fotos con Buck y Christopher, comenzaron a especular que tal vez tú y Buck podrían haber tenido alguna relación amorosa que terminó mal. Piensan que eso podría ser la razón por la que escapaste de Los Ángeles.

Me quedé atónito por un momento, procesando la información que Marjan acababa de revelar. ¿TK y Carlos realmente pensaban eso de mí? La idea de que hubiera una malinterpretación tan grande de mi relación con Buck me sorprendió y me preocupó al mismo tiempo. ¿Habría sido tan evidente nuestra cercanía? ¿Habríamos dejado que nuestras emociones nos delataran de alguna manera?

— No puedo creer que piensen eso —murmuré, más para mí mismo que para Marjan.

Ella asintió comprensivamente, pero luego agregó una nueva capa a la teoría de TK y Carlos que me dejó atónito.

— Además, TK dice que cuando la 118 vino por el incendio, Buck le coqueteó. No sé si hay algo de verdad en eso, pero parece que TK y Carlos han estado sacando conclusiones bastante audaces sobre ti, Eddie.

La información que Marjan acababa de compartir me había dejado perplejo y un tanto inquieto. Mientras caminábamos por las tranquilas calles de Austin, me sentía cada vez más incómodo con la idea de que TK y Carlos estuvieran especulando sobre mi vida personal de esa manera.

— Marjan, eso no tiene sentido — dije finalmente, tratando de mantener mi voz firme a pesar de la turbulencia de emociones dentro de mí — No soy gay, y no tengo ningún tipo de sentimientos románticos por Buck.

Marjan levantó las manos en un gesto de paz, como si quisiera calmar mis nervios y mis preocupaciones.

— No estoy diciendo que lo creas. Solo te estoy diciendo lo que TK y Carlos piensan. No tienes que preocuparte por lo que ellos dicen.

Aunque apreciaba sus palabras reconfortantes, no podía evitar sentirme incomprendido y juzgado por las suposiciones de mis compañeros de trabajo. La idea de que estuvieran especulando sobre mi vida privada me hacía sentir expuesto y vulnerable.

— Lo sé, Marjan — respondí, tratando de mantener la calma a pesar de la tormenta de emociones que se agitaban dentro de mí.

Marjan asintió con comprensión, mostrando su apoyo incondicional en medio de esta situación incómoda.

— No te preocupes, Eddie. TK y Carlos pueden tener sus teorías, pero eso no cambiará cómo te ven los demás en la estación. Eres un gran bombero y un gran amigo. No dejes que las opiniones de los demás te afecten.

Después de despedirme de Marjan, me quedé solo en la tranquila calle, sumido en mis pensamientos. La conversación con ella había arrojado luz sobre una serie de preguntas que me habían estado atormentando desde hacía semanas.

Recordaba claramente el momento en que Buck había venido al hospital, sus palabras resonaban en mi mente como un eco constante. "Te amo", había dicho. Pero, ¿qué quería decir realmente con eso? Era difícil de entender, especialmente considerando su relación con Tommy.

Me había convencido a mí mismo de que Buck se refería a un amor de amigo, a ese vínculo especial que compartíamos como compañeros de equipo. Después de todo, ¿cómo podía tener sentimientos románticos por mí si estaba saliendo con Tommy? No tenía sentido.

Aunque una parte de mí seguía cuestionándolo, me aferré a la idea de que Buck me amaba como amigo, no de otra manera. Después de todo, yo era heterosexual, y no había sentido nada más que una profunda amistad por Buck.

Con un suspiro, me alejé de la calle y me dirigí de regreso a la estación de bomberos. Había trabajo que hacer, un equipo que liderar y una vida que vivir. Y mientras caminaba, me prometí a mí mismo dejar de lado las especulaciones y concentrarme en lo que realmente importaba en ese momento.

911: BorderlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora