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-Emily-

—Bueno clase, hemos terminado, pero aún no le hemos dado la bienvenida a nuestra nueva alumna, Emily —dice la profesora frente a toda la clase—. Emily, ¿quieres levantarte y presentarte?

Asiento y me levanto del sitio.

—Hola a todos, me llamo Emily Smith, y vengo de Houston.

Dios. Qué vergüenza estoy pasando. Ayuda. Ayuda. Todos me están mirando. Se están riendo.

—Gracias, Emily.- sonríe.-Clase, escuchad, portaos bien con ella y hacerla sentir parte de la familia—dice la profesora, aunque parece más una orden.

—¡Sí, ja!, profe, yo no voy a ser amigo de esa nerd —dice un chico al final de la clase riéndose.

—¡RYAN!, ¡No seas así con Emily, tienes un negativo por maleducado! —le grita la profesora a ese tal Ryan—. Perdona, Emily, algunos aquí son bastante groseros, tú solo pasa de ellos.

Asiento y cuando por fin suena el timbre recojo mis cosas. Toda la clase hace lo mismo. Toca recreo, así que cojo mi almuerzo, que es un bocadillo de queso con aceite y un zumo de manzana, y salgo de la clase.
No tengo ni idea de dónde está el patio, así que sigo a el montón de personas que hay en el pasillo.

Me ha sentado bastante mal lo que ha dicho ese malcriado, pero bueno, no le voy a caer bien a todo el mundo, es normal...

—¡Hola! ¿Qué tal? Soy Betty —me corta el pensamiento una chica pelirroja que me pareció ver en clase de inglés.

—Ah, oh... Hola, bien, ¿y tú? —le respondo tímidamente.

—¿Segura? —me pregunta.

—¿Eh? ¿Segura? ¿De qué? —dudo.

—De que estás bien, es que el necio de Ryan ha soltado un comentario fuera de lugar —indaga Betty.

—Ah, sí, no te preocupes, no me ha afectado, es normal, soy la nueva.

Bueno, no voy a mentir, un poco sí me ha dolido.

—Ah, vale, perfecto entonces. ¿Quieres venir conmigo y mi grupo a almorzar? —me pregunta amablemente.

—Ah, oh, vale, si no os molesto... —respondo tímidamente.

—No seas tonta, claro que no, si no, no te habría invitado —me dice riéndose—. Ven, vamos, te los presento a todos.

Sonrío con timidez, asiento y voy detrás suya.
La verdad es que esta chica me da muy buenas vibras, me ha caído muy bien, y tiene un toque de humor. Eso me gusta. Espero caerles bien a sus amigos, no quiero ser la acoplada.

Pasamos por una puerta pequeña donde hay una cola de gente para comprar de una máquina expendedora. Betty y yo nos hacemos un hueco en medio de ese montón de gente y pasamos al otro lado.
Veo a Betty sonreírle y saludar a un grupo que tenemos a unos pocos pasos de nosotras. Poco a poco, nos vamos acercando más, hasta que el grupo entero se levanta y me miran a la vez.

—Hola, soy Josh —se presenta un rubio muy alto.

—¡Hola! Yo me llamo Margo, pero puedes llamarme Mar —exclama otra chica del grupo.

—Hola a todos, yo soy Emily —digo tímida, noto que me pongo roja sin querer.

Ay, qué vergüenza.

—Lo saben, Emily, todo el mundo lo sabe —me dice Betty.

—Ah... ¿sí? ¿Cómo todo el mundo sabe quién soy si acabo de llegar? —pregunto.

¿Me odias o me besas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora