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-Emily-

Nos queda 1 semana para las vacaciones de navidad, estoy muy contenta, regalos, familia, amigos, no tenemos clase, eso es lo mejor. Ojalá las vacaciones de navidad duraran más, porque me gusta más que el verano, pero en cambio, en verano tienes casi 3 meses de vacaciones.

Odio las rutinas, siempre hago lo mismo. Despertarme e ir al instituto, hacer clases aburridas, irme a casa, los lunes y viernes a baile, y las demás tardes estudiar, o hacer algo con Ryan o con mis amigos. Todos los días lo mismo, ya estoy aburrida. Pero queda una semana para poder hacer lo que quiera.

Estamos a Viernes, 16 de Diciembre, mañana Ryan tiene un partido muy importante de baloncesto, y mis padres y yo vamos a acompañarle. No estoy segura de a que hora era, así que pienso preguntarle cuando llegue del teatro. Hoy ha tenido que quedarse por la tarde para practicar con Jude. Esa chica sigue sin darme buenas sensaciones, yo creo que tiene intenciones con él, pero lo bueno es que Ryan no las tiene, o eso espero.

Yo no tengo nada que hacer, hoy han cancelado la clase de baile, la profesora me dijo que era porque a su hija le pasó algo, ni idea, tampoco me importa.
A veces prefiero quedarme en casa sin hacer nada, leyendo, escribiendo, abrazada Ryan mientras vemos una película, lo que sea, pero desconectar.

Ahora mismo estoy en mi armario, buscando entre toda la ropa un vestido que ponerme mañana, ya que después del partido, hay una cena para celebrar el primer trimestre, no se que necesidad hay de hacerla, pero la han hecho, y debemos asistir.
Después de un buen rato buscando, encuentro uno precioso. Un vestido azul marino, apretado al cuerpo, muy sensual, perfecto.
Decido probármelo ya que no me acordaba ni de que lo tenía.
Me queda estupendamente.
Me hago una foto en el espejo y se la mando a Ryan para ver que opina.

Yo: ¨Foto¨
17.36

Ryan: Mi diosa griega😍😩
17.42

Como le quiero, es el mejor.

Yo: ¿Cuando vienes a casa?

Ryan: Mira por la ventana

Me río al ver su mensaje, voy corriendo hacia la ventana de nuestra habitación, y ahí le veo, con esa sonrisa tan perfecta.
Me aparto de la ventana y bajo corriendo las escaleras, le abro la puerta, y cuando le veo, me tiro encima dándole un brusco beso en los labios.

—Parece que no me hayas visto en años.- se ríe.

—-Te echaba de menos cariño.- le sonrío.

—Y yo amor mío.

Entramos a casa, y me acuerdo de lo que le iba a preguntar.

—¿A qué hora es el partido de mañana?.- le pregunto

—A las 12.00.- me responde.

Asiento.

—Acuérdate de que por la noche tenemos la cena.- le recuerdo.

—Si, me acuerdo.- me da un suave beso en la frente.

Rato después, cuando Ryan ya se ha duchado, y nos hemos puesto ropa cómoda, decidimos ir al salón y ver ¨Crónicas Vampíricas¨, que nos está encantando.
Yo estoy enamorada de Damon, pero sigo siendo Team Stefan, me da pena el pobre.

Pasamos la tarde acurrucados en el sofá, sumergidos en la trama de ¨Cronicas Vampíricas¨ comentando los giros inesperados y riéndonos de nuestras propias teorías sobre lo que pasará después. Me encanta pasar el tiempo así con Ryan, es mi forma favorita de desconectar del mundo exterior.

Al finalizar el episodio, Ryan se despereza y sugiere que pidamos algo de cenar. Yo asiento, sintiendo un poco de hambre. Mientras él llama a nuestra pizzería favorita, me levanto y voy a la cocina a preparar unas bebidas. Cuando regreso, Ryan ya está de vuelta en el sofá, mirándome con una sonrisa.

¿Me odias o me besas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora